Puedes odiar la música de Flaming Lips, opinar que todos sus discos son puro ruido con voces demasiado agudas o incluso sufrir una verdadera repulsión por las botargas que los acompañan concierto tras concierto, sin embargo hay algo lúdico en el grupo que hace imposible detestar todos los experimentos que realizan para que interactúes con su música, incluso si la desprecias.
Si creías que la burbuja espacial, el traje blanco ensangrentado y la extravaganza de confeti habían sido sus mejores invenciones, en 1997 presentaron sus Parking Lot y Boombox Experiments. Ambos proyectos se trataban de orquestas conducidas por Flaming Lips con cientos de cintas reproducidas en grabadoras portátiles y en el estéreo de múltiples autos, reproducidas según las indicaciones de Wayne Coyne.
Los dos proyectos cobraron tanto interés como tributo a la cultura del cassette, que los Flaming Lips tuvieron que realizar una gran gira por Estados Unidos a finales de la década pasada. Aunque la mayoría no tuvimos la suerte de ver esa gira, logramos participar en el experimento con el lanzamiento del álbum Zaireeka, lanzado en formato de CD con cuatro discos que individualmente eran geniales, pero que debían reproducirse al mismo tiempo para obtener un todo espectacular.
En mi caso provocaron una reunión con cuatro equipos de sonido, una planeación de conexiones y una ubicación exagerada de bocinas. Tal vez fueron las cervezas conjugadas con lo que escuché a través de ocho bocinas en una pequeña habitación, pero creo que me convertí en fan de Flaming Lips por la forma en que el grupo te hace trabajar para disfrutar su música.
Wayne Coyne recientemente estaba recordando sus experimentos mientras se daba un baño de burbujas (así lo explicó él mismo) y quiso adaptarlos a la nueva era, así fue como crearon el track titulado Two Blobs Fucking con base a 12 clips de YouTube que deben reproducirse al mismo tiempo.
Para el estándar de Flaming Lips, la excentricidad combinada con la tecnología son una verdadera innovación, pero aunque no lo crean se quedan cortos si consideramos que los Parking Lot Experiments contaron con 40 reproductores de cassettes en 40 automóviles y que los Boombox Experiments utilizaron 101 grabadoras durante la gira. Lo importante es que el experimento sónico puede alcanzar esos números si se reproducen los videos en un iPhone y, según explican sus creadores, “entre más dispositivos, más armonías pueden contruirse. Tu y tu dispositivo, son uno con la música, se convierten en la orquesta, justo como los Dioses de la Tecnología desean que sea”.
Chequen el video instructivo y vayan al canal de YouTube de Flaming Lips, busquen su fragmento y busquen muchos amigos para reproducir y escuchar íntegro el track Two Blobs Fucking... no olviden las cervezas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comments:
Publicar un comentario