Y aunque parecen sueños guajiros producto de mi imaginación, en realidad son productos del mercado aspiracional, ese que dicta que, si tuviera el monto diario asignado a los alimentos de Agustín Carstens, podría consumir el nuevo queso del ex bajista de Blur convertido en granjero, Alex James, probar el pan orgánico hecho a mano por el cineasta catalán Bigas Luna y saborear una copa de vino espumoso producto de uno de los viñedos de Francis Ford Coppola.
Con el toque comercial (que después parirá un texto aparte) no suena tan poético, aunque probar un queso que homenajea la canción de New Order y que dentro de su característico color azul encierra un sabor 'muy húmedo, muy pegajoso, condimentado casi tierno con notas dulces' parece extremadamente tentador… sobre todo si lo untas sobre uno de los 25 panes hechos por Bigas Luna para su tienda orgánica Pa Vi Xocolata. La cuestión de pasarlo por la garganta con un vino de la marca Francis Ford Coppola Presents, pues ya es otra cosa.
Los tres artículos relacionados con esos tres productos, uno del Guardian y dos de El País Semanal, no sólo me abrieron el apetito, me recordaron que a veces el arte no deja nada y que en otras ocasiones deja suficiente como para dejar de pensar en el arte.
A Alex James parece un hecho que ya lo perdimos en su granja en Kingham, en diversos programas de la televisión británica y en columnas para los diarios The Independent y The Observer (que indican que no habrá más Blur), sin embargo Bigas Luna y Coppola siguen trabajando en el negocio que les dio suficiente dinero como para dedicarse a otros placeres más cercanos al estómago.
Bigas Luna, que mientras hornea panes trabaja en guiones que posteriormente se convertirán en pulpa de papel en su granja orgánica, realizó su última película en el 2006. Yo soy la Juani lo metió en un semiretiro en Camp de Tarragona, sin embargo en ese artículo de El País Semanal anunciaba que ya trabajaba en una secuela de ese film, Juani Hollywood.
YO SOY LA JUANI - TRAILER
Por su parte, Coppola ha decidido apostarle a la libertad de ideas de lanzamiento limitado, como es el caso de su película Youth Without Youth (2007), basada en la novela favorita del director y escrita por Mircea Eliade. Empezando con que el filme es un proyecto personal y no un producto estándar, algunas reseñas dicen que es una pieza maestra, aunque igual de incomprensible que las películas de Fellini y David Lynch (sobra decir que por eso son de culto, porque encuentras tantas líneas que te jalan en una diferente dirección cada vez que las abordas).
La independencia de Coppola, que cuenta con destilerías, pastas, café y no se que tantas cosas más, incluye cuatro películas en el futuro: Tetro, Mirror, Megalopolis y Descent.
YOUTH WITHOUT YOUTH - TRAILER
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