“Salieron de la nada para cambiar todo”, esa es la primera premisa detrás de 'Los amos de Dogtown', una historia basada en los legendarios Z-Boys, quienes a través de los años han alcanzado un gran reconocimiento, sobre todo con la creciente popularidad del skateboarding y con personajes con Tony Hawk, que son tratados como verdaderos rock stars.
El nuevo reconocimiento por este grupo aumentó más cuando en 1999 la revista Spin le dedicó un amplio artículo a los Z-Boys. El artículo impulso el documental 'Dogtown and Z-Boys' del año 2001, que posteriormente se convirtió en una verdadera historia dramática en la película 'Los amos de Dogtown'. Ambos filmes no fueron cualquier cosa, porque contaron con la colaboración de una de las leyendas de Z-Boys, Stacy Peralta, quien en la primera fungió como director y en la segunda como guionista.
Si los Z-Boys como grupo de skateboarders tiene el crédito histórico de popularizar las patinetas y esencialmente de crear la subcultura punk/skater que ahora existe, en ésta época remontar una patineta se convierte en una actividad recreativa, que sigue extendiéndose como una actividad funky, una actividad de surfeo que puedes practicar cuando las olas están bajas, a un verdadero deporte de riesgo que en México ya se extendió hasta 1700 skateparks y la apropiación de dos espacios que cobran una nueva dimensión en la Ciudad de México, tanto Rabioso como Sangriento están definiendo el alcance de los movimientos culturales, sobre todo aquellos que buscan alejarse de la invasión de los centros comerciales.
Platiqué con Guli, quien además de capturar con su lente todo lo que sucede en ambos espacios, nos compartió el proceso de creación de ambos conceptos, las actividades y lo que significa tener lugares donde más que el lucro, se busca crear núcleos.
Un verdadero tributo a los héroes contemporáneos, a los creadores de la cultura popular del siglo XX sin caer en pretenciosas posturas y acrobacias desde puntos de vista que impresionan en todo momento. El skateboarding es más que un simple rito de tablas sobre arriesgadas rampas, desde los 80 es una cultura que ha generado música, cine y otro tipo de arte que no parecía relacionarse anteriormente con los deportes.
Escucha a continuación la entrevista completa con el fotógrafo de Rabioso y Sangriento.
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