Cada fan de la música tiene sus favoritos, pero sólo unas pocas fundas destacan por su brillante impacto y habilidad para mostrarse como un manifiesto de lo que representa la música. Cada forma de arte tiene sus gigantes y el arte de los discos no es la excepción, sin importar su grandeza, simpleza o visión, todos tienen algo en común: el espíritu de exploración y experimentación que puedes encontrar en la música y que consecuentemente, debe aparecer en el exterior de los discos.
La música popular, como una forma de expresión juvenil, está íntimamente ligada con la cultura visual. Desde la era psicodélica de los 60 hasta la ética DIY del punk y el sentido urbano del hip-hop, la imagen es vital como una expresión de la música, diseñar para una banda puede definir fuertemente una identidad y marcar a una era completa – y en algunos casos, es mucho más que eso.
Durante un tiempo se consideró que diseñar para la industria de la música era una actividad de segunda clase, no sólo por la falta de reconocimiento, el escaso dinero que obtenían sus artistas y otros prejuicios que se han ido eliminando, el diseño de portadas ha aportado grandes avances, ha enriquecido y ha abierto nuevas direcciones para el diseño en general. En la actualidad es otra cosa, muchos creativos citan fundas de discos como la razón por la que incursionaron en el diseño.
Ésta fascinación con ese lienzo cuadrado es la que ha permitido que el diseño de portadas se haya vuelto tan complejo y haya alcanzado una imaginería que aún alude al mercado masivo. Por eso, desde que se inventaron y se vieron sus posibilidades, las fundas dejaron de ser un simple empaque y se convirtieron en objetos que expresan los deseos de la audiencia de una forma fundamental. El empaque puede ser elaborado o poco pretencioso, pero demuestra un cuidado y una dedicación para producir algo especial y único.
En la historia del diseño de portadas de discos, hay leyendas: Alex Steinweiss, el hombre que tuvo la revolucionaria idea de crear un arte original para cada disco; Saul Bass, quien creó imágenes espectaculares para carteles de cine y las convirtió en fundas que se volvieron clásicos; y Reid Miles, cuyo uso de la tipografía en los discos de Blue Note definió el estilo visual del jazz en los 50 y 60.
Olvidando la reducción del arte al tamaño de una servilleta en el CD, la inmensa funda cuadrada del LP apelaba a nuestros sentidos en un nivel muy básico, razón por la que se convirtió en una gran plataforma para liberar maravillas gráficas capaces de crear un gancho visual vendedor de discos.
El talento de muchos fotógrafos e ilustradores dentro y fuera de la industria discográfica ha producido memorables portadas de LPs/CDs, los músicos al unirse a conocidos artistas e ilustradores han logrado convertir sus fundas en un verdadero manifiesto visual. Sólo basta mencionar a Andy Warhol (The Velvet Underground, Rolling Stones), Mati Klarwein (Santana, Miles Davis), H.R. Giger (Emerson Lake & Palmer, Debbie Harry), Drew Struzan (Black Sabbath), Howard Finster (R.E.M, The Talking Heads), Jerry Schatzberg (Bob Dylan), Pennie Smith (The Clash), George Underwood (David Bowie), Robert Crumb (Big Brother & The Holding Co.), Anton Corbijn (U2, Depeche Mode), Alex Grey (Tool), Stanley Donwood (Radiohead), Jamie Hewlett (Gorillaz), Sølve Sundsbø (Coldplay) y Rob Sheridan (Nine Inch Nails) para entender esas ideas que ineludiblemente nos atraen.
La industria discográfica, por consecuencia los diseñadores, empieza a vivir de causas aparentemente perdidas gracias a esa idea de probar muchos productos de forma gratuita. El PDF y los flash players parecen ser la respuesta para esa pieza visual que todavía no terminamos de saciar, y ahora tal vez sea la música gratis lo que sirva como gancho para entrar en un nuevo universo visual que no sólo abarcará una portada, sino que también se ampliará y ligará forzosamente con mercancía, redes sociales, videos, links, y más.
El papel de los diseñadores gráficos va a cambiar. En vez de ser invitados a crear una o dos imágenes emblemáticas de un artista y un nuevo producto, su trabajo será imaginar una colección de links, conexiones y extras online para hacer que cada lanzamiento sea visualmente seductor, divertido y gratificante. Ya empezamos a ver algunos de esos ejemplos y aunque todavía no podemos imaginar hasta donde llegará esa idea, será un todo que seguramente abarcará mucho más que las fundas de los discos.
Existen muchos libros respecto al diseño y arte de los discos, te recomiendo que busques los siguientes materiales: 1000 Record Covers y Art Record Covers, ambos libros no solo exhiben, también analizan portadas.
0 comments:
Publicar un comentario