Aunque el propósito principal del libro es mostrar los pocos años en la historia de Joy Division de forma detallada, Peter Hook nos introduce en algo que parece una conversación que inicia en un café, continúa en un bar y se extiende hasta altas horas de la madrugada, con los datos y las anécdotas volviéndose cada vez más personales.
Todo inicia con algunos datos de la vida del bajista, desde una infancia en opulencia en Jamaica hasta un regreso al paisaje industrial de Manchester. Con los antecedentes, Hook logra trazar no sólo su forma de ver la historia de Joy Division y el momento en que surgió, también traza parte de las historias que hicieron legendario al puerto, con el crecimiento de una escena, la influencia del punk, el traslado hacia otros sonidos y sorprendentemente, algunos detalles sobre lo que sucedió a cada personaje antes, durante y después.
Incluso sabemos lo que sucedió años después con Hook y el grupo que surgió tras la desaparición de Joy Division, pero deja claro que ese es un pequeño gancho, que mordemos gustosos al saber que su siguiente libro será sobre New Order.
Peter Hook no se queda con sólo retomar cada momento a través de la historia del grupo, iniciando con el encuentro de los integrantes, la manera en que se formó su sonido y los detalles de producción que explican el uso de una lata de spray para crear la base rítmica de una canción. Hace que la lectura sea un vaivén entre tiempos, que al final de cada capítulo se interrumpe para poner fechas exactas a todo lo contado, así mientras recuerda algún detalle, no deja pasar la oportunidad para ir más adelante y dejarnos saber que ocurrió con alguna persona, en qué o quién se convirtió, a quién se unió o porqué abandonó la vida del propio Hook.
Con el constante recordatorio de que de guarda algunas cosas para la historia de New Order, también nos recuerda todo el tiempo que es su libro y que por eso debemos aguantar el hecho de que se queje de muchas cosas, como el tipo de relación que tenía con los otros integrantes de Joy Division, la forma en que terminó enfriándose en la era New Order y concluyó en separación definitiva, pasando por ácidos recuerdos de lo que significaba ser el bajista/chofer/roadie y mecánico de la van que los llevaba de gira con muy poca consideración de sus compañeros, además de mencionar continuamente el sleeping bag de Bernard Sumner y la camisa azul que el manager le compró a Hook para la primera aparición del grupo en televisión, la cual se convierte en su uniforme de los momentos importantes y que es arruinada con la sangre de uno de los roadies después de un enfrentamiento en un concierto.
Unknown Pleasures - Inside Joy Divison también es sobre percepciones encontradas con las otras historias conocidas, hace aclaraciones sobre lo que ha leído en Internet, el dinero que nunca llegó, las demandas contra los que empezaron a utilizar a Joy Division después de su extinción, los detalles de la película Control que no reflejaron al grupo y las diferencias entre el Ian Curtis que él conocía, el descrito por Deborah Curtis en el libro Touching from a Distance (en el que se basa la biopic) y el que después de hizo leyenda, en términos simples en el libro se trata de un vocalista bromista, algo socarrón, que se orinaba en los ceniceros de los hoteles y que tenía múltiples personalidades dependiendo con quién se encontraba, pero que con un trágico final se manifiesta con cierto remordimiento múltiples veces en la mente del escritor.
Peter Hook narra de forma extremadamente ligera todo lo que pasó con Joy Division de 1976 al 19 de mayo de 1980, el Blue Monday después de un entierro en el que Peter Hook, Stephen Morris y Bernard Sumner se reunieron para ensayar en silencio, poniendo fin a la división de la diversión, iniciando un nuevo orden prácticamente sin cabeza o al menos sin voz durante mucho tiempo. Se basa en lo que recuerda, pero las memorias de otros también le permiten asentar la historia, agrega extractos de las primeras notas que se escribieron sobre el grupo, anécdotas proporcionadas por gente que vio el desarrollo de la banda, junto con roadies y managers explicando como ocurrieron las cosas.
Las aportaciones externas son extraordinarias, sin embargo los recuerdos más detallados por Hook son invaluables, como ese día en que vieron a Sex Pistols y les cambió la vida, el momento en que compró su primer bajo, las peleas con otras bandas y la competencia desleal, la frustración al ver que otros grupos lograban lo que ellos parecían no poder alcanzar, la primera vez que tocaron una canción y supieron que algo estaba pasando con Joy Division, ver a Ian Curtis bromeando y jamás empatar esa imagen con sus letras sombrías, además de no saber que hacer cuando el vocalista y principal compositor decidió abandonarlos definitivamente.
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