Administrando las múltiples horas de tiempo libre que tengo para perder, me encontré con uno de esos elementos que te atrapan y (en mi caso) te exigen continua repetición, es una muestra de ocho minutos de una película que, hasta hace poco, nadie había puesto los ojos durante 43 años.
Se trata de una banda llamada High Numbers en la trastienda de un pub al norte de Londres llamado The Railway Hotel and Lounge en agosto de 1964. The Railway era un lugar de reunión de Mods, una especie distinguida por anteponerse a la grasa de los rockeros y por una afinidad a los trajes elegantes, scooters, el cerebro revolucionado por anfetaminas y el R&B. En ese momento, los Mods fueron noticia - en mayo, cientos de ellos se habían enfrentado con los rockeros en una serie de disturbios en Brighton.
Los enfrentamientos inspiraron a los jóvenes cineastas Kit Lambert y Chris Stamp a capturar el momento mod y para encontrar un grupo desconocido que lo encarnara. En The Railway encontraron y filmaron a High Numbers, esa noche la banda se adhirió al espíritu R&B- mod tocando "Ooh Poo Pah Doo" de Jessie Hill y "I Gotta Dance to Keep from Crying" de The Miracles. Al parecer, hubo una serie de canciones de otros también, pero nunca sabremos cuáles eran.
Lambert y Stamp se convirtieron en los representantes de High Numbers y acabaron con la historia de esa banda, que sólo existió de julio a octubre de 1964. El proyecto de los dos cineastas comenzó, pero nunca se completó, y la película desapareció durante décadas. Hace unos años un ex productor de la televisión holandesa encontró una lata de película en su ático etiquetada como "High Numbers" (me preguntó como saltó de Londres a Holanda), contenía las imágenes de un grupo bastante antisocial que no estaba ahí para complacer a la gente, sino para hacer lo que les gustaba.
Su sorpresa no fue encontrar un fragmento de la cultura Mod, sino al cantante Roger Daltrey, que había iniciado el grupo, el guitarrista Pete Townshend y el bajista John Entwistle, ambos de 19 años y el recientemente contratado baterista Keith Moon, de 17 años. El productor se puso en contacto con The Who, la película recibió un tratamiento de limpieza digital y fue oportunamente incluida en el documental Amazing Journey: The Story of The Who. Toda una historia.
Publicado en Resonancia Magazine
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