La generación que se apropió de la palabra independiente

Durante casi una década las compañías disqueras y los grupos mexicanos establecieron una relación bastante fructífera, que animó a estaciones de radio y medios impresos a confiar en la calidad del rock nacional y su capacidad para producir sus propios sonidos. Entre los 80 y 90 la música tuvo cierta continuidad en nuestro país, a pesar del formato pop que los sellos grandes utilizaban para promocionar a los grupos de rock. 

No importaba realmente la forma, mientras los sonidos salieran del hoyo funky y llegaran hasta las grandes masas. Sin embargo a finales de los 90 la continuidad llegó a su fin, algunas disqueras decidieron dar carta de retiro a los grupos en los que alguna vez habían confiado y que ahora no resultaban un buen negocio. 

La crisis de la industria, provocada por la piratería, los altos salarios de los ejecutivos y los contratos leoninos, definitivamente se llevó entre las patas a una buena parte de esas bandas que ansiaban tener un contrato discográfico y que aspiraban poder utilizar el gran aparato de difusión y distribución que les prometían. Simplemente estaban congelados, sin disquera para sacar nueva música (en el caso de las bandas con algunos años de existencia) o acercarse por primera vez a un público más amplio (en el caso de la bandas noveles). 

• EL ANSIA MATA LA ESPERA 

Las perspectivas eran bastante borrosas, sobre todo para esas bandas ya consolidadas y que desde sus inicios habían estado dentro del aparato discográfico. En cambio, las bandas nuevas ya entraban al negocio con la perspectiva de que si antes era difícil, ahora era mucho más, sobre todo porque junto con la crisis discográfica muchos medios de difusión se cerraron. Afortunadamente, los buenos grupos (sin importar que tan viejos o nuevos sean) no detienen sus ansias y buscan la forma de sacar su música. 

Los primeros ejemplos de esa búsqueda en grupos consolidados fueron Santa Sabina y La Barranca, que encontraron otras alternativas para lanzar nueva música sin tener que esperar a una disquera. En el caso de Santa Sabina, el grupo concretó el álbum ‘Mar Adentro en la Sangre’ con la ayuda del Gobierno del Distrito Federal, que a cambio del semi-financiamiento solicitó una serie de conciertos en el Zócalo capitalino y en la nueva ruta del autobús nocturno que corría a lo largo de Insurgentes. Más que un compromiso, el grupo tuvo la oportunidad de acercarse a su público de forma inusitada y de paso obtuvo gran publicidad para su disco. 

La Barranca por su lado probó varias formas para hacer llegar su música a sus seguidores, primero pasó por varias disqueras independientes y finalmente eliminó todos los intermediarios. Con el disco ‘Cielo Protector’ no sólo lograron establecer un lazo directo con sus fans, también demostraron que en México existen grandes posibilidades para el uso de Internet. El material durante bastante tiempo sólo estuvo a la venta en su sitio oficial y contaba con una clave para entrar a un subsitio, donde podías descargar otro disco sin ningún costo. Debido a la gran demanda, La Barranca tuvo que hacer trato con las tiendas Sanborns para distribuir el material y ponerlo al alcance de aquellos fans que no contaban con acceso a Internet. 

• NUEVAS FORMAS DE EXISTENCIA 

En la búsqueda de nuevas formas de expresión las disqueras independientes se han fortalecido, sellos como Happy Fi, Bons Records, Discos Antídoto, Abolipop Records, Nimboestatic, Histeria Colectiva, Grabaxiones Alicia y Nuevos Ricos (por mencionar unos pocos) acogieron diferentes géneros y establecieron nuevas formas de trabajo en las que, tanto la disquera como el grupo, entran al negocio con pleno conocimiento de que deben trabajar a la par, a ambos les toca hacer funciones de producción, distribución y promoción tan sólo para mantener viva la escena en México. 

Las mejores muestras de la independencia provienen de las bandas más jóvenes, que han combinado novedosas formas de organización y distribución para hacer llegar hasta el público su música con mucho éxito. Esa nueva camada siguió al pie de la letra la línea del DIY, buscando la autogestión para mantener libre su música, así decidieron que querían hacer con ella y la forma en que la harían llegar a sus seguidores. La mayoría de las veces estos grupos produjeron sus propias canciones, maquilaron sus discos y recibieron íntegras sus ganancias, que son reinvertidas en el equipo del grupo y en la edición de más discos. Al grupo Austin TV le funcionó bastante bien ésta forma de trabajo, con la que expandió su territorio conforme ha crecido la banda. 

• EXPANSIÓN VIRTUAL 

La otra forma de expansión y crecimiento independiente que adoptaron muchos grupos, tanto mexicanos como de otros lados del mundo, fueron los blogs. Cientos de páginas de Internet proporcionaron suficiente espacio para colocar una biografía, una decena de fotos y múltiples canciones en formato de MP3 para darse a conocer a nivel internacional, sólo bastó mandarle el link a la persona correcta para que fueran escuchadas y contactadas a través de la información proporcionada en la página. 

Con éste método, sólo es necesario producir un muy buen demo o un EP para que algo sucediera casi de inmediato. También estaban los sitios oficiales, que por más sencillos que fueran, ya contaban con múltiples muestras de audio que no sólo exhibían a nivel internacional la capacidad de un grupo en vivo y en el estudio de grabación, también fueron una forma de exponer cortes experimentales, rarezas, covers y demos de nuevas canciones. 

La autogestión combinada con blogs y sitios oficiales le brindaron una nueva forma de expansión a los grupos, que tal vez dentro de una disquera no hubieran logrado concretar. Esas formas de trabajo son las que están permitiendo que la escena independiente crezca y luzca su capacidad verdaderamente, incluso en ésta vida de pandemia. 

En México no estamos lejos de lo que han logrado muchos sellos independientes en otras partes del mundo, donde se han consolidado y han logrado abrir un espacio hasta los niveles del mainstream a los grupos de su catálogo. La verdad es que han habido muchos intentos, pero tampoco estamos muy lejos de ese momento en que las disqueras serán un medio y no impedimento para sobresalir.