Massive Attack, la alucinación colectiva



Mientras la industria de la música cambia o permanece estática a su alrededor, Massive Attack tranquilamente rompe el curso entre cada álbum, seguros de su propia perfección.

A pesar de ser considerado como uno de los proyectos más innovadores de los últimos tiempos, Massive Attack parece moverse dentro de su propio círculo evolutivo, siguiendo una serie de coincidencias que los llevan al mismo lugar. Cuando el colectivo lanzó su primera producción 'Blue Lines' hace 28 años decidieron extirpar parte de su nombre, como protesta ante los ataques de Estados Unidos contra Irak durante la Guerra del Golfo Pérsico.

Massive Attack aún es la fuerza primigenia detrás del trip-hop que ya no está tan cerca de la etiqueta, aunque fue superado en fama en su momento por Portishead, Beth Orton y Tricky, a final de cuentas el grupo parece ser el único sobreviviente. Mientras muchos otros actos vivían un momento de gran éxito, creaban experimentos desastrosos o continuaban su camino tocando sin intentar nada nuevo, Massive Attack se tomó un largo periodo para crear materiales que se desdoblan en visiones diferentes. Desde el principio hasta el final, sus producciones se convierten en el sonido que muchos desearían tener en su futuro.

  • BLUE LINES (1991)

La primera obra maestra del trip-hop, filtrando el hip-hop estadounidense a través de la óptica de los clubes británicos, creando una escena de profundidad extraña y ritmos que sólo puedes bailar lentamente.

  • PROTECTION (1994)

Aunque no puede compararse con su antecesor, las voces de Horace Andy, Tricky y Tracey Thorn de Everything But the Girl hicieron de este material una obra maestra en segundo grado. El disco fue considerado como "un brillante triunfo sobre la imaginación".

  • MEZZANINE (1998)

En su tercera producción, Massive Attack se acercó al incontrolable sentimiento de los instrumentos en vivo, agregando sonidos manipulados digitalmente y la extraordinaria voz de Elizabeth Fraser y Sara Jay. El trío demostró que su verdadero talento era escoger sonidos y convertirlos en canciones.

  • 100TH WINDOW (2003)

En su totalidad es el disco más sensible que haya realizado Massive Attack, marcando una nueva dirección: innovadora, bella, un ritmo que lleva hasta un arrullo seductor. Alguien dijo alguna vez que este era "el sonido para hibernar astronautas" y tenía razón, no hay nada más cercano a esa exploración cósmica hasta el momento.

  • HELIGOLAND (2010)

El último gran momento de larga duración, si no supiéramos que siguen de gira y lanzando EPs, pensaríamos que Massive Attack drenó su energía después de trabajar con Tunde Adebimpe (TV on the Radio), Damon Albarn (Blur, Gorillaz), Hope Sandoval (Mazzy Star), Guy Garvey (Elbow). Un álbum que le da un sentido orgánico a la música electrónica, reflexiona sobre un mundo que estaba por conectarse en ese momento a través de MySpace e impulsaba la idea de la invasión de la realidad a través del arte, con el graffiti como provocación y protesta desde la portada.

El grupo comprendió que las ideas necesitaban ampliarse más allá de los remixes, su fuerza creadora nos llevó al lanzamiento de collected, una verdadera recopilación que venía acompañada de un gran material en línea, el disco evolucionó a través de los sonidos, los fondos y protectores de pantalla, pero sobre todo con los podcasts donde Massive Attack explicó la creación del proyecto, la concepción de collected y cada uno de sus álbumes.



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