Con éste grupo sueco solo debes notar la ausencia de canciones demasiado largas, demasiado aburridas, demasiado difusas o hasta el dolor en los oídos, tal vez por eso algunos fanáticos dicen: Yo no necesito el amor, tengo a The Radio Department.
M83 y otros han ayudado a revivir y promover la ambrosía y el desenfoque brillante de Kevin Shields y The Cocteau Twins en años recientes, pero The Radio Department ha hecho más por progresar en el género que ha involucrado a muchos y que se ha ramificado en ridículas etiquetas como nu-gaze y chill wave. Aunque muy influenciado, el grupo está lejos de la mera imitación, es una bruma asfixiante menos, una distorsión misteriosamente controlada, una precisión única escandinava, como un mueble lleno de planos de Ikea o un Volvo.
The Radio Department ha pasado su carrera hasta la fecha construyendo una devota base de fanáticos filtrando el tradicional indie y los sonidos de dream-pop a través de una bruma electrónica. Admirablemente, The Radio Department ha hecho honor a su historia en cada momento, incorporando elementos vintage del noise-pop, los sonidos que obligaban a decir en la Inglaterra en los 80 “la música triste me hace feliz” y el tipo de dance-pop romántico y lo-fi que típicamente es asociado con Saint Etienne, o más recientemente, con The Tough Alliance.
Provenientes de Lund, Suecia, la niebla que rodea la historia del grupo es tan confusa como su música, y el único vínculo común parece ser el co-fundador Johan Duncanson. Su fracturado linaje, junto con un perfil público muy bajo, han ayudado a crear una cubierta de misterio en The Radio Department. En cierto sentido, el grupo es una aparición, nunca ha existido realmente en cualquier estado, solo ha permanecido lo suficiente como para ser recibidos por sus fans, y eso siempre añade un elemento inquietante en su música.
Tal vez algunos sienten vergüenza por que conocieron a The Radio Department a través de la película Marie Antoinette de Sofía Coppola y la canción Pulling Our Weight, pero eso es culpa del bajo perfil de la banda, que se debe en parte a la baja frecuencia de su producción. Hasta la fecha sólo han lanzado tres LPs en una trayectoria de 13 años, además de un puñado de EPs y sencillos.
Si bien el deseado efecto de My Bloody Valentine, entre otros, fue para abrumar con un torrente de auto-manifiesta distorsión, The Radio Dept. han sido muy efervescente, y menos inclinado por completo a enterrar a sus melodías en el ruido sin sentido que obliga a mirarse los zapatos en medio del prodigio, por eso su fórmula ha funcionado tanto en la crítica como en lo comercial, aun cuando han tratado de sabotear su propio éxito. Su falta de voluntad para participar en la obligaciones comunes de promoción, y un calendario de lanzamientos errático ha complicado aún más las relaciones públicas de The Radio Department.
Recorrer su fracturada discografía completa puede ser confuso, por lo que es bueno tener finalmente una colección cuidadosamente montada para los aficionados establecidos. Pero aún así uno no deja de preguntarse cuál es el verdadero esquema del grupo, sobre todo cuando el misticismo del músico parece una especie en extinción.
Tal vez es una cosa de nórdicos, como sus compatriotas Jens Lekman o The Tough Alliance y su sello Sincerely Yours, operan bajo el silencio, pero sin tener en cuenta que la oscura maniobra de The Radio Department se ha sentido más como el producto de la timidez que del cálculo. El misterio del grupo responde a un objetivo personal: dejar que las dolorosas y personales canciones de The Radio Department hablen por sí mismas.
Tiene sentido que el grupo sea de Estocolmo, porque Suecia siempre nos está dando algo fresco para digerir y no es gratuito que la música de ese país tenga un resurgimiento lejos de ABBA, The Radio Dept. parece estar bien colocado dentro de ese sitio. Desde su disco Lesser Matters el grupo mostró que es etéreo y muy fácil en los oídos. Gran parte es sobre la voz suave de ensueño de Johan Duncanson, que actúa como guía, arrastrándote por el río fluido de sonido que es The Radio Dept. Cada canción en ese disco es coherente con la siguiente, y sorprendentemente se enlaza de una manera sutil con sus dos siguientes producciones.
Mientras que álbumes posteriores como Pet Grief se encuentran explorando a la banda en un estilo más synthpop, todo permanece como una continuación del mismo estilo. Cada canción es clásica y fluye tan suavemente como en sus inicios y lo que escuchamos en un principio en el disco Lesser Matters, aunque con una timidez aún más pulida.
The Radio Dept hizo promesas de grabación a finales de 2006 y anuncio el lanzamiento en junio de 2009, sin embargo fue hasta casi cuatro años después de Pet Grief que el régimen de silencio por fin acabó. Tal vez entendieron algo del caso Chinese Democracy y decidieron que era una pérdida de tiempo tanto anuncio sin lanzamiento.
Pero la tardanza no fue un producto de la necedad, la banda de Lund debió pasar por varios cambios de formación y quedarse únicamente con su miembro fundador Johan Duncanson en guitarra y voz, su colaborador Martin Carlberg en la guitarra y Daniel Tjader en los teclados para redondear la alineación de un trío.
Sus primeros dos esfuerzos, Lesser Matters y Pet Grief, instantáneamente fueron comparados con viejos sonidos, desde My Bloody Valentine hasta Cocteau Twins y en un caso extraño incluso fue comparado con Pet Shop Boys. Pero esas fueron críticas superficiales, The Radio Dept. dejó la respuesta para su último disco, Clinging to a Scheme, haciendo que los nostálgicos géneros de los 90 se quedaran en el pasado.
El primer lanzamiento de larga duración de The Radio Dept. en cuatro años, y la tercera en siete años, no hizo grandes ajustes a su fórmula establecida. Al igual que en Pet Grief, la languidez de la voz se entrelaza con la melancolía del sintetizador y la cajas de ritmos, creando un sonido que casi no es innovador, pero sin lugar a dudas es distinto. Al cabo perfeccionistas, a la banda sueca aparentemente no le gusta salir de su zona de confort. Lo positivo es que esa zona quiere decir suavidad, frescura, dulzura e incluso un poco de oscuridad.
Al igual que con sus dos últimos álbumes, Clinging to a Scheme significa ampliar aún más el culto a The Radio Dept. Incluso cuando la economía nunca ha sido un problema para la banda, pero aquí las cosas son aún más estrictas. Con reloj en mano podemos contar tan sólo 35 minutos, este álbum es el más corto y más finamente sintonizado que han hecho, sin embargo, se mueve a un ritmo vertiginoso, manteniendo un sentido de equilibrio e incluso de ritmo.
La fidelidad mejorada del sonido también ayuda: las canciones destellan con una claridad sorprendente en contraste con sus anteriores producciones, conservando todo el ambiente resplandeciente, bañado por el sol que se ha convertido en un firma. Lo que vale la pena también es lo que se mantuvo en Clinging to a Scheme. Johan Duncanson tiene una de esas voces que afectan totalmente en su desafecto, la falta de apego y apatía parecen un sonido más emocional y terrible que cualquier esfuerzo extrovertido de muchos de sus contemporáneos. Por eso la canción David tiene un lugar muy importante en este disco, es la mejor representación de The Radio Dept. y su sonido actual.
Clinging to a Scheme responde preguntas con más preguntas y, afortunadamente, con algunas de las mejores canciones de The Radio Dept. Ya sea por diseño o evolución, el tercer álbum del grupo encaja con el gran esquema de todas las cosas vagas y en boga, incluso cuando en Heaven's On Fire comienzan con el sampleo sobre el proceso de falsos capitalistas destruyendo la cultura juvenil e inician su propia construcción basada en las sutilezas.
Esta colección de canciones parece señalar el comienzo de una salida estilística extendida, donde la influencia del shoegaze y dream-pop va disminuyendo. Así que, como lo indican la entrada y salida aleatoria de integrantes, es bueno que The Radio Dept. finalmente haya podido documentar con precisión la gama impresionante de sonidos que lo componen y que eso tenga como resultado una gran capacidad para calmar el espíritu.
Y a medida que cae el telón en otra excelente oferta de The Radio Dept., tras meses y años en la confección de Clinging to a Scheme, ustedes pueden preguntarse: ¿valió la pena la espera? Oh, absolutamente.
Guión realizado para el programa AudioFiles de RKO.FM
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