La primera, que desembocó en la creación de CocoRosie, tuvo lugar hace varios años con Sierra estudiando ópera en un conservatorio en París. La segunda surgió otra vez con Sierra y la creación de un proyecto alterno todavía más excéntrico y que al parecer fue inspirado por el clásico juego de Calabozos y Dragones y la obsesión de la vocalista por los halcones del desierto.
Metallic Falcons es uno de tantos proyectos de Sierra, no está presente su hermana menor pero si se deja acompañar por su amigo Matteah Baim y una serie de músicos de freak folk, entre ellos Greg Rogrove (Tarantula A.D.), Antony (Antony & The Johnsons) y Devendra Banhart, que entienden perfectamente la extraña belleza desarrollada por el proyecto, etiquetada por ellos como “soft metal”.
Además de un estilo oscuro y teatral, Metallic Falcons tiene como característica las túnicas y máscaras llenas de plumas, un camuflaje que oculta a sus integrantes y que te prepara para una críptica construcción alrededor de susurros medievales, guitarras y percusiones narcóticas.
Su primer y único disco “Desert Doughnuts” sobrepasa cualquier experimento de Sierra con CocoRosie, en el álbum todas las canciones forman parte de un ciclo basado en el desierto estadounidense, algo que por momentos recuerda a Sigur Rós, sin la ternura o la sensación de arrullo, pero con la explosión de ambientes y las aspiraciones expansivas.
El grupo fue firmado por Voodoo Eros Records, sello creado por Bianca Casady y Melissa Shimkovitz para brindarle espacio a proyectos, cuya experimentación excede las expectativas de las disqueras más tradicionales.
Publicado originalmente en la revista Noise
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