El acceso a rincones de puertas cerradas y puntos de vista desde el escenario con Vine e Instagram adquirieron movimiento casi inmediato, algo que en tiempos de la estrella de rock no era posible o incluso provocaba censura para mantener bajo control la imagen de un grupo, tal como sucedió con los Rolling Stones cuando decidieron enlatar Cocksucker Blues del director y fotógrafo Robert Frank, claro que no hay forma de comparar el cinéma vérité con estos clips más cercanos al GIF, pero la autofilmación y autoedición provista por Viddy, Socialcam, Cinemagram, Vine y ahora Instagram han generado una categoría única de contenidos, con creaciones artísticas de formato corto que juegan con el medio y el consumo en poco tiempo, muy de la generación del videoclip mezclada con la de YouTube.
Si Vine forzaba al usuario al límite de seis segundos para capturar y definir los elementos de la historia y un concepto, liberando proyectos de stop-motion, animación y how-tos sumamente veloces, las propuestas con 15 segundos se han multiplicando, los músicos han encontrado una forma certera de responder al hambre insaciable de vídeos en línea, liberando instantes en backstage, mini vídeos musicales o la simple ovación que transmite la energía de un momento en el que no estuviste.
Publicado originalmente en la sección editorial de Filter México
0 comments:
Publicar un comentario