El espacio entre las notas
y los baños de realidad,
tan fríos que necesitaba guantes para detenerlos
y correr alrededor de la mitad de un día de retraso.
Pruebas, secciones individuales,
piezas no tan grandes como la suma.
Falacias de la eficiencia actual,
deja tus preocupaciones,
ahí estarán,
esperándote para cuando regreses
y te canses de pisotearte la lengua el día de hoy.
A pesar del reflejo en el espejo negro
y los preparativos del fin del mundo desde el sillón,
cien kilómetros recorridos en terapia verde,
aprendiendo el difícil arte de estar en paz.
Al siguiente día,
la segunda vuelta carente de imaginación
para tener una conciencia completamente limpia.
Otro baño de realidad,
en cuanto amanecí con piel de fan,
el yo crítico salió por la ventana.
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