LCD Soundsystem: Shut Up and Play the Hits


El filme inicia donde un grupo termina. Lo siguiente que descubrimos es la resaca de la mañana siguiente, estamos en una habitación con James Murphy y su bulldog despertando en un nuevo plano, con un mundo que sigue girando a pesar de la ausencia de LCD Soundsystem. Así inicia la serie de yuxtaposiciones de tomas del antes y después para transportarnos hasta el punto medio, el instante en el que ambos planos de cruzan en un concierto en el Madison Square Garden, creando una cautivante narrativa emocional.

Cuando el peor error cometido en una carrera es “detenerse” surgen aún más preguntas, sin embargo no encuentran una respuesta completa en el filme Shut Up and Play de Hits. Probablemente comprendemos que morir por una sobredosis, extinguirse por la sobre exposición o los excesos (como se muestra en la entrevista a Murphy en The Colbert Report) tampoco son la opción para el final de LCD Soundsytem. Sin embargo, en 105 minutos se intentan exponer las ideas para desintegrar un grupo y las formas en que la vida en el camino parecen un parpadeo en el que en un momento quieres crear música por diversión y al siguiente te descubres en un hotel quien sabe donde observando tu cabello encanecido.


Más un documento que un documental, Shut Up And Play The Hits captura la semana previa, el día después y el momento exacto en el que colapsa para siempre LCD Soundsystem, durante su última presentación en el Madison Square Garden el 2 de abril de 2011. La película surge como un instante de cultura pop, con Murphy hablando de sus inicios casi accidentales y las intrincadas razones para renunciar a la fama, discutiendo sobre la tendencia de la música de convertir a los artistas en héroes que nunca lograrán ser.

En el después, el cataclismo por su ausencia no llega a las oficinas de DFA Records e incluso su representante ya no tiene tanto tiempo para perderlo con él, pero en los días previos a su despedida, como parte de LCD Soundsystem todo es sobre la profundidad de sus ideas, como se muestra en la entrevista que realiza a lo largo del filme el periodista Chuck Klosterman.

Todo va entre lo extraordinario y lo mundano, pero incluso esos planos se cruzan, mientras escuchamos a James Murphy hablando de su vida y sus razones para hacer música lo vemos en lo cotidiano, preparando un café express o rasurándose en la total indiferencia del mundo. Las escenas son sobre estar al borde de la jubilación voluntaria y una especie de milagrosa de agonía, la cual nunca llegamos a sentir completamente al ser arrastrados a la siguiente escena de lo extraordinario y lo ordinario de vuelta una vez más.

Southern y Lovelace logran una película de expectativas, una mirada a las últimas horas de una banda completamente auto-consciente de su destino, y aún al borde de lo desconocido. La idea no es extraña para uno de los directores, quien conoció ese momento a través del regreso de Blur, No Distance Left To Run, que a pesar de ser sobre un hola y Shut Up and Play The Hits sobre un adiós, son sobre un punto de importancia que cambia la perspectiva de la mañana del día siguiente.

Murphy mueve a la audiencia con una combinación sin separación de energía y nostalgia, Lovelace y Southern capturan esos momentos moviéndonos hacia tres nuevos planos completamente diferentes para recrear perspectivas de ese momento de quiebre. Vamos a backstage, subimos al escenario y vamos a nivel de piso con el público, enfoques que nuevamente nos regresan a los contrastes de ruido y silencio.

Probablemente la mejor idea la resume el vocalista de Arcade Fire, que al escuchar una gran introducción sobre la historia y relación entre ambas bandas, durante ese último concierto invita a James Murphy a olvidarse del cómo, cuándo y porqué y paradójicamente guardar silencio y tocar los éxitos. Donde aciertan Lovelace y Southern es precisamente en esa idea, en el instante en que las evidencias son las mismas para irse y quedarse, continuar y despedirse de una bodega llena de equipo que LCD Soundsystem ya no utilizará o hacer café para todos los que llegarán a una oficina compartiendo su resaca, pero no la misma perspectiva de lo que significa el día siguiente.




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Level 11 por Karina Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-No Derivadas 3.0 Unported.
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