Casi al inicio, el documental nos muestra una escena con Ian, dueño de Record Express en Middletown, Connecticut, desmantelando un estante con un martillo mientras su tienda cierra sus puertas para siempre para convertirse en una sala de bronceado. El narrador del filme le pregunta a Ian cuánto tiempo ha trabajado en Record Express. "Diez años", contesta. Cuando le pregunta si ya lo ha superado, Ian se aleja de la cámara y no da una respuesta. Silencio, pero sientes toda su furia y frustración desbordándose por la pantalla.
No hay sustituto para la interacción física entre fans de las música y coleccionistas. Una buena tienda de discos funciona como centro de la comunidad y punto de reunión de gente con mentalidades similares. ¿Cuántas bandas se formaron en la sección de rock? ¿Cuántos bandas favoritas fueron descubiertas mientras sonaban en la tienda, por recomendación de un dependiente o la cubierta de un álbum? ¿Cuántos empleados se convirtieron en estrellas de rock, DJs, críticos, productores o magnates de la música? Todos esos temas plantea I Need That Record!, sin embargo sobre todas las anécdotas nostálgicas y los cientos de producciones descubiertas se trata sobre muy malas noticias, la desaparición de las tiendas de discos independientes.
La principal premisa del filme es que en la última década cerca de 3,000 tiendas de discos han cerrado sus puertas en Estados Unidos, ese dato es el que motivó la realización de I Need That Record! y la búsqueda de los factores que han impactado la existencia de las tiendas independientes: distribución de música en línea, grandes cadenas como Wal-Mart y Target, la influencia de la radio comercial y los grandes sellos discográficos.
La película provoca el contacto con las tiendas de discos a través de múltiples entrevistas con los propietarios y con nombres importantes como Thurston Moore (Sonic Youth), Ian MacKaye, Mike Watt (Minutemen), Lenny Kaye (Patti Smith) y el escritor Noam Chomsky, quienes ayudan a trazar la situación de las tiendas pequeñas como un importante eslabón en la industria de la música y que prácticamente ha caído en espiral desde el primer escándalo de payola del locutor de radio Alan Freed, el primero en promover un género bajo el nombre de rock and roll.
I Need That Record! es una exploración guiada por las emociones, instructiva sin tener que ser didáctica, arrancando el corazón sin ser sensiblero, presentando la crisis creciente en el comercio minorista de música como una historia sumamente personal. Sin embargo no por eso la película es un retrato ingenuo. Las múltiples estadísticas y los testimonios logran formar una imagen comprensible del fondo de los problemas actuales, manteniendo al mismo tiempo el centro humano alrededor de las tiendas de discos cerradas.
El director Brendan Toller, logró capturar el impacto fuera de los múltiples discursos, datos, artículos en periódicos y revistas, asentándolo en una realidad donde puedes palpar la devastación de un dueño viendo los últimos días de existencia de un negocio que ha llevado por años. En I Need That Record! la tienda no es sólo un espacio mercantil donde intercambias dinero por bienes, es donde vas a recargar tus baterías con las cosas buenas de la vida.
I Need That Record suda esa misma actitud y aunque no ofrece realmente una solución al problema, si ofrece un entretenido recordatorio y nos obliga a pensar en las razones por las que las tiendas de discos independientes deberían importarle a cualquiera que profese cierto amor por la música y por el lugar que es la casa de “todo lo excéntrico, extraño y divertido”. Tal vez es demasiada información para digerir, afortunadamente Toller hace un trabajo admirable al no perderse en los detalles, pero es realmente difícil salirse del marco de la película sin sentir que necesitas hacer algo para ayudar. Hay un ligero rayo de esperanza sugerido por el paréntesis en el título.
No hay sustituto para la interacción física entre fans de las música y coleccionistas. Una buena tienda de discos funciona como centro de la comunidad y punto de reunión de gente con mentalidades similares. ¿Cuántas bandas se formaron en la sección de rock? ¿Cuántos bandas favoritas fueron descubiertas mientras sonaban en la tienda, por recomendación de un dependiente o la cubierta de un álbum? ¿Cuántos empleados se convirtieron en estrellas de rock, DJs, críticos, productores o magnates de la música? Todos esos temas plantea I Need That Record!, sin embargo sobre todas las anécdotas nostálgicas y los cientos de producciones descubiertas se trata sobre muy malas noticias, la desaparición de las tiendas de discos independientes.
La principal premisa del filme es que en la última década cerca de 3,000 tiendas de discos han cerrado sus puertas en Estados Unidos, ese dato es el que motivó la realización de I Need That Record! y la búsqueda de los factores que han impactado la existencia de las tiendas independientes: distribución de música en línea, grandes cadenas como Wal-Mart y Target, la influencia de la radio comercial y los grandes sellos discográficos.
La película provoca el contacto con las tiendas de discos a través de múltiples entrevistas con los propietarios y con nombres importantes como Thurston Moore (Sonic Youth), Ian MacKaye, Mike Watt (Minutemen), Lenny Kaye (Patti Smith) y el escritor Noam Chomsky, quienes ayudan a trazar la situación de las tiendas pequeñas como un importante eslabón en la industria de la música y que prácticamente ha caído en espiral desde el primer escándalo de payola del locutor de radio Alan Freed, el primero en promover un género bajo el nombre de rock and roll.
I Need That Record! es una exploración guiada por las emociones, instructiva sin tener que ser didáctica, arrancando el corazón sin ser sensiblero, presentando la crisis creciente en el comercio minorista de música como una historia sumamente personal. Sin embargo no por eso la película es un retrato ingenuo. Las múltiples estadísticas y los testimonios logran formar una imagen comprensible del fondo de los problemas actuales, manteniendo al mismo tiempo el centro humano alrededor de las tiendas de discos cerradas.
El director Brendan Toller, logró capturar el impacto fuera de los múltiples discursos, datos, artículos en periódicos y revistas, asentándolo en una realidad donde puedes palpar la devastación de un dueño viendo los últimos días de existencia de un negocio que ha llevado por años. En I Need That Record! la tienda no es sólo un espacio mercantil donde intercambias dinero por bienes, es donde vas a recargar tus baterías con las cosas buenas de la vida.
I Need That Record suda esa misma actitud y aunque no ofrece realmente una solución al problema, si ofrece un entretenido recordatorio y nos obliga a pensar en las razones por las que las tiendas de discos independientes deberían importarle a cualquiera que profese cierto amor por la música y por el lugar que es la casa de “todo lo excéntrico, extraño y divertido”. Tal vez es demasiada información para digerir, afortunadamente Toller hace un trabajo admirable al no perderse en los detalles, pero es realmente difícil salirse del marco de la película sin sentir que necesitas hacer algo para ayudar. Hay un ligero rayo de esperanza sugerido por el paréntesis en el título.
Level 11 por Karina Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-No Derivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en www.sonicarsenal.blogspot.com.
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