Un péndulo llamado 10 años



Sin duda existen muchos mitos dentro de la industria de la música, que si los integrantes de Led Zeppelin se cansaron de las mujeres y prefirieron tener sexo con pescados frescos, que Elvis Presley fingió su muerte (al igual que Jim Morrison y Pedro Infante), hasta que Jimi Hendrix fue uno de los actos principales en la apertura de un club de la mafia de la cocaína, y otras historias que son igual de incomprobables. Sin embargo existe un mito que estamos viviendo o que podríamos terminar de comprobar su gestación este año.

Se dice que cada 10 años se da una nueva revolución musical, que se vuelve el parámetro para las demás tendencias con un impacto global, comúnmente la nueva tendencia (que se convertirá en una moda) será encabezada por un grupo en específico.

Viendo la teoría a la distancia, hace unos años la banda que encabezaba un movimiento revolucionario era Nirvana, se colocó al frente del grunge. En 1991 precisamente era el álbum ‘Nevermind’ el que causaba furor, llevando al género recién parido hasta la cima, quitándole cualquier encanto a lo independiente, burlándose del rock de spandex y convirtiendo las camisas de franela en el uniforme de cualquier adolescente, al igual que el uso al mismo tiempo de camisetas, sudaderas y camisas, moda iniciada por Kurt Cobain, quien tenía que vestirse así para esconder su escuálido cuerpo.

Hace 30 años, en medio de la explosión glam-rock y el asentamiento heavy metalero, hubo una revolución musical que posiblemente no fue percibida hasta que la palabra alternativo ya era una moda (casi diez años más tarde), por supuesto que los precursores para esos años ya eran una influencia y no la punta de lanza en ambos lados del Atlántico, pero vale la pena saber que existían mucho antes de convertirse en un género comercial, entre ellos figuraban Sonic Youth, Jane’s Adicction, Pixies y muchos otros.

Sin embargo el mito no se detiene en el hecho de que cada 10 años surge una revolución musical, porque con esto va de la mano el éxito que perdura, a pesar de que el grupo tiene una corta duración, claro que no siempre es una regla. Si las leyendas son ciertas, teniendo en cuenta que Nirvana estuvo en la cima de 1991 a 1994, el grupo que podría cambiar las cosas en estos momentos solamente tendrá una vida de 5 años, cuando mucho.

Aunque no es precisamente una regla la vida de un grupo, dentro del mito de los 10 años esa quizá sea la tendencia imperante. Lo podemos comprobar en otro de los grupos que encabezó la revolución musical de hace 30 años, los Sex Pistols, que sólo grabaron el disco ‘Nevermind The Bollocks’ y que tuvieron una vida de dos años en la cima del punk. Sin embargo también hay que considerar que unos dos años antes de la creación de los Pistols, en Nueva York se juntaron los precursores del punk The Ramones, que rompen con el mito al permanecer juntos hasta 1996, 22 años después de cualquier predicción.

Casi 10 años antes de la explosión del punk, que fue aproximadamente en 1978-79, otro grupo rompió con todos los estándares antes marcados: Kraftwerk. Considerados como los precursores de la música electrónica, salieron de Alemania para crear sonidos que parecían no tener ningún tipo de intervención humana, impulsando tanto la escena dance y rock de los años posteriores a su formación. Kraftwerk lamentablemente también rompe el esquema y el mito, por que a pesar de que hace unos cinco años que no tocan en vivo, todavía existen como grupo.

Así podemos regresar el conteo hasta los 50, que marcan el nacimiento del rock, a los 30 con el asentamiento del jazz y los inicios del siglo XX para la revolución del blues, sin embargo esas son historias conocidas que podríamos abordar en otro texto más especializado. Sólo basta darnos cuenta que entre cada uno de esos géneros hay una diferencia de 10 años (más o menos, en cuestión de mitos no todo es tan preciso).

Posiblemente el mito sólo sea parte de un círculo vicioso, ya que a pesar de lo revolucionario que pueda ser el movimiento que triunfará éste año (o posiblemente el siguiente) es en parte reciclaje, al menos la tendencia indica eso: un poco de punk renovado mezclado con rock del viejito (Strokes, White Stripes) o melancolía, canciones cortas y concisas (Starsailor), sumándole a esto el apoyo incondicional de los medios de comunicación y un extraño furor alrededor de ese grupo... quizás éste sea el momento de cada 10 años.

La otra idea es que la brecha se abrió hace 15 años y los mitos de décadas ya no sirven de nada porque estamos observando en el lugar equivocado, tratando de comprender asuntos alternativos cuando la música ya se trata de convergencias y momentos de promiscuidad de oído que ya están libres de tribus, cajitas y etiquetas.

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