Diseño con actitud

No todo fue diseño de bajo presupuesto. El nacimiento del punk propuso conceptos, actitudes y nuevas aplicaciones del género y logró traspasarlos a todos sus diseños. ⠀
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Entre los personajes memorables de esa época destaca Peter Saville, cuyos inimitables trabajos para Factory Records en la portada del disco “Unknown Pleasures” de Joy Division” y la costosa funda del sencillo “Blue Monday” de New Order ya son legendarios. ⠀
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Las tendencias y aspiraciones artísticas claramente fueron absorbidas por el punk y los sellos que lo promovían, sin embargo el nuevo arranque de creatividad surgió entre las bandas que descubrieron que ya no necesitaban un costoso estudio para hacer su propio registro sonoro. ⠀

El punk se hizo evidente en el empaque de los cassettes, con su intrínseco carácter amateur y de manufactura inevitablemente casera, con ellos el formato reveló un alto grado de creatividad y originalidad, se encontraron múltiples posibilidades para que cualquier adolescente con tijeras, pegamento y con acceso a una fotocopiadora pudiera crear algo y mostrar su repudio a los elementos demasiado confeccionados.

Aunque la mayoría de las veces el tradicional empaque de plástico sólo era acompañado por una tarjeta con la lista de tracks y un dibujo en blanco y negro, algunos sellos underground hicieron grandes esfuerzos para no quedarse en los límites de la fotocopia y agregaron a su rudimentario arte algunos extras como condones, ceniceros de plástico, colores estridentes y collages que cometían violaciones deliberadas contra la estética que se había visto en los años anteriores.

Se convirtieron en la opción lógica para una comunidad que constantemente evolucionaba y producía nuevas bandas. Asentaron el precedente para los músicos que 20 años después descubrieron el mismo espíritu en los CD-Rs y le brindaron la misma dedicación personalizada, casi artesanal, a las cubiertas de sus discos.

Después del punk y la propagación de los cassettes, el diseño mostró su tendencia a repetirse y revisitar sus creaciones más caprichosas, principalmente porque las compañías discográficas vieron la llegada del punk y su arte de bajo presupuesto como una revelación, advirtieron que los grandes inversiones para realizar una portada ya no tenían tanto sentido.

A pesar del recorte, pudimos ver algunos momentos de genialidad de los movimientos deconstructivistas y post-modernistas de los 80 y el grunge y el britpop de principios de los 90, que formalmente encontraron la manera de envolverse e involucrarse con diversas expresiones para no dejar morir el arte del álbum.