¿Recuerdan a Gorillaz en México?

El 11 de marzo de hace 15 años nos los encontramos, llevábamos poco tiempo de invasión mediática sobre lo innovador que era un grupo ficticio que salía de gira. Apenas empezaba la relación de México con Blur y Damon Albarn, todavía no conocíamos las posibilidades del vocalista y todas las relaciones musicales que establecería a partir de Gorillaz, que llegó tanto con los personajes de carne y hueso como los virtuales a la Ciudad de México, para presentarse en una única ocasión en el Palacio de los Deportes, que a pesar de lo que nos tenía acostumbrados el recinto, no tuvo tan mal audio como en otras ocasiones, bueno al menos el característico zumbido en nuestras cabezas no nos acompañó durante las horas posteriores a la presentación o tal vez lo recuerdo así porqué mis oídos llevaban poco tiempo exponiéndose al ruido como un trabajo.

Algunos reportes dicen que se reunieron ahí cerca de 7,000 personas. Realmente no creo que hayan sido tantas o al menos no parecía un lleno total en la pista, será porque los cientos de niños que había allí no hacen tanto bulto como los adultos. Como sea, reviví la sensación de estar en el lugar equivocado, gran parte de los espectadores eran menores de edad, con la diferencia de que en esa ocasión era más un ambiente familiar de niños de tres a cinco años corriendo emocionados antes de que se apagaran las luces. Así era Gorillaz en ese momento, aparentemente era un atractivo proyecto para menores y no el combo de talentos que fue creciendo a través de las producciones, con historias que fueron ampliando el mito virtual conforme evolucionaron los personajes, sobre todo Noodle, que de prodigio infantil de la guitarra se transformó en líder de opinión sobre el papel de las mujeres en la música electrónica.





El sorpresivo éxito del disco debut otorgó 24 fechas resolviendo una cuestión: ¿cómo transportar una banda virtual a los escenarios? La tecnología en ese momento no estaba tan avanzada, ni siquiera estaba en las posibilidades una gira con hologramas, la solución fue esconderse y tocar detrás de una pantalla, en la cual se proyectaban imágenes y vídeos, para tratar de mantener la ilusión y el misticismo de la banda virtual que en esa gira tenía a Damon Albarn, Simon Katz (guitarra), Cass Browne (batería), Haruka Kuroda (voz de apoyo) y Mike Smith (teclados).

Mucha distancia no solo de tecnología, también de percepciones musicales, el encargado de abrir ese concierto fue Dan "The Automator" Nakamura, quien prolongó su mezcla de hip-hop y rap a pesar de la continua rechifla de los asistentes, con todo y que Damon Albarn subiera al escenario para presenciar de cerca (con cigarro y chela en mano) el trabajo como DJ del productor de Gorillaz. En el 2017 el set sería apreciado de otra manera.

En el escenario, un par de pantallas alineadas horizontalmente. En la primera se proyectaban las imágenes de Murdoc, 2D, Russel y Noodle, y en la segunda pantalla translúcida podíamos ver las siluetas de los integrantes de Gorillaz en primer plano, al mismo tiempo que veíamos las siluetas de los músicos. ‘M1 A1’, ‘Tomorrow Comes Today’, ‘Slow Country’ y ‘5/4’, todas ellas acompañadas de las imágenes de Gorillaz, aunque no precisamente en acción, ya que después de un rato las figuras sincronizadas en ciertos momentos fueron estáticas y repetitivas. Aunque tuvimos un descanso de las imágenes caleidoscópicas en cuatro ocasiones, cuando se proyectaron sin música de fondo cortos animados del grupo, donde mostraron el humor que su creador, Jamie Hewlett, había tratado de impregnar a cada uno de los personajes.

Hip-hop, reggae y rock rayando en el punk en algunas ocasiones, pero poca euforia entre los asistentes. Las canciones siguieron una detrás de otra, con los intermedios marcados por los cortos animados, sin lograr una gran comunicación entre los integrantes reales de Gorillaz y el público, a pesar de que podíamos ver a Damon Albarn detrás de la pantalla brincando y moviendo las manos emocionado. La sensación fría de ese 2002 obviamente sería más atractiva en este momento en el que vivimos de imágenes.

Una hora con 20 minutos duró el concierto (duraría menos, pero se repitió 'Clint Eastwood'), sin presentar un gran avance tecnológico, mucho menos para nombrarlos el Pink Floyd de la era moderna, como muchos críticos llamaban al proyecto en ese momento. Obviamente no existía ningún punto de comparación, sin embargo la tecnología ahora permite que los personajes de Gorillaz interactúen más, su historia ha crecido conforme los colaboradores han ido sumándose a lo largo de cuatro discos y un quinto por llegar, que de entrada rompió el equilibrio de Internet con cuatro canciones. Eran virales hace 15 años, pero su presencia incrementó con el ruido previo que incluyó una serie de playlists que indican el territorio en el que se encuentran sus cuatro integrantes en la actualidad.

Pronto llegará 'Humanz' con una amplia ventana de posibilidades tecnológicas que no tenían en el 2002, sin embargo por lo que pudimos ver en el concierto que se realizó en Londres este viernes, los humanos han pasado al frente y los personajes a la pantalla del fondo.

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