Pasiones heredadas al estilo Kim Ki-duk

Castración y ansiedad, la sexualidad perdida y encontrada por métodos alternativos y la necesidad de padres e hijos por aprender, el director Kim Ki-duk encuentra nuevas formas para hacer girar esos temas en lo que algunos podrán considerar como una película de horror, "Moebius".

Empieza como una historia de infidelidad y venganza mal dirigida, se convierte en un relato sobre un padre buscando soluciones para un trasplante genital y un hijo sufriendo las consecuencias sociales de su castración, desde el abuso hasta su participación en una violación, todo conduce a orgasmos inducidos por el dolor, el incesto y más castraciones.

Lo que hace única a "Moebius" es la falta de diálogos, las cientos de palabras que podrían expresan dolor y frustración se convierten en expresiones, gestos, gruñidos y gemidos suplen las palabras. La única información narrativa la obtenemos del padre googleando continuamente, los datos que obtiene de Internet nos dirigen en una historia que se va enredando verdaderamente como esa cinta que da su título al filme.

"Moebius" es casi suficientemente extraña como para crear un mito, es un verdadero logro de expresiones. La única comedia de Kim Ki-duk hasta la fecha - aunque sea una comedia castración - se trata de una retorcida historia, circular en muchos sentidos entre eros y Edipo, los tres integrantes de la familia que protagonizan la historia se deshacen en imperativos biológicos y deseos errantes, desviando sus pensamientos a un continuo silencio, una película muda moderna que aborda verdades dolorosas sobre nuestras pasiones heredadas.