Donde yo termino,
tu empiezas
el camino de doble filo,
parecido al del poema
que te corta la garganta
con un líquido meloso,
lo justo para derramar
gotitas de odio
y hacer que la vida quepa
en la extensión de un suspiro.
Especulamos sobre el vacío,
pero el hombre verano
viene de la nada,
hacia ella misma va,
se desvanece,
quiere que cada vez perdamos menos
en ésta alucinación de la realidad.
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