Por el momento no se ha revelado grandes detalles sobre la celebración, sólo sabemos que tendremos que esperar hasta que la última pieza de la cuadrícula el
Distinguidos por sus bizarras locaciones y ambientaciones provocadoras salidas de una pintura surrealista, Hipgnosis fue una de las más grandes firmas de diseño gráfico de los 60 y 70. En el curso de 15 años de existencia produjo imágenes que ya se integraron completamente a la iconografía del rock y que liberaron nuevos temas y títulos para un nuevo lenguaje visual, uno en el que las representaciones teatrales, los trucos fotográficos y el diseño de logos jugaron un papel sumamente importante.
Una de sus más grandes aportaciones fue la elaboración y manipulación de fotos utilizando trucos en el cuarto oscuro, retoques con aerógrafo y técnicas de cortado y pegado sumamente creativas. Cualquier estándar en la industria en la forma de hacer el arte de los discos, Hipgnosis los reinventó con sus grandes instalaciones, sobre todo las que crearon para Pink Floyd.
El gran momento de Hipgnosis fue en 1973, con la portada de Dark Side of the Moon de Pink Floyd. Aunque existían más opciones de las que conocemos, la imagen final fue una decisión unánime. Los diseñadores Storm Thorgerson y Aubrey Powell entendieron el momento de transformación que atravesaba el grupo en ese momento y lo unieron a los aspectos fundamentales de Pink Floyd. También fue importante para la dirección artística la firme decisión de Thorgerson de escuchar a Rick Wright, quien sugirió que hicieran algo limpio, elegante y gráfico, no una fotografía figurativa.
La idea surgió de un común libro de texto de Física, que ilustraba la luz pasando a través de un prisma. El concepto era bastante simple y, sobre todo, elegante con el fondo negro. El prisma de cristal refractante es un claro referente a la iluminación de los conciertos de Pink Floyd, los triángulos, las pirámides son los símbolos de ambición de los que habla Waters, el espectro que se extiende desde el frente hasta el reverso de la portada simboliza la continuidad de las canciones y la gráfica de colores en el interior del álbum es una repetición de latido de corazón con el que inicia el disco.
Hipgnosis presentó en el sótano de Abbey Road siete complejos diseños basados en la misma idea, a los integrantes de Pink Floyd sólo les tomó tres minutos elegir la portada de The Dark Side of The Moon. No pidieron ninguna explicación, sólo dijeron al unísono “Esa es”. El guitarrista David Gilmour posteriormente explicó que “de alguna forma todo se conectaba… supimos que todo junto – el empaque, el disco y la portada – iba más allá y era más fuerte que todo lo que habíamos hecho antes”.
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