Cómo alguien que sustrajo un seudónimo de la herencia de Duncan Jones, realmente me moría por ver Moon, casi la había completado con múltiples vídeos online, pero me faltaba ver la tensión progresiva y el ritmo de la soledad... ésta semana finalmente lo logré, ví completa la película.
En el espacio – al menos en las películas – las cosas nunca son lo que parecen, y en este filme temperamental, de ciencia ficción de bajo presupuesto, el director hijo de David Bowie hace del silencio, la desolación, la larga distancia y el aislamiento un importante punto de exploración.
El dominio de blancos inevitablemente te remiten a 2001: A Space Odyssey, sin embargo Duncan Jones preparó otro terreno para el personaje de Sam Bell y su inevitable compañero GERTY, una contraparte mucho más amigable que el centinela de actitud de villano HAL 9000 de Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick.
La narrativa de tono existencial lo es todo en Moon, Sam Bell es más un ingeniero a cargo de reparaciones y monitoreo que un astronauta, es el único habitante de la estación Serang copado de polvo lunar y el motor detrás de la extracción de Helium 3, el componente que evitó una crisis de energía en la tierra. Pero la importancia de su labor parece algo mínimo cuando después de tres años en soledad lo que más ansía es regresar a casa y ver a su familia, un objetivo que por muchos momentos se vuelve el centro de la película... hasta que Sam Bell se encuentra con un Sam Bell de mente más aguda y de actitud más violenta.
Justo ahí es cuando recuerdas Solaris de Andrei Tarkovsky (favor de evitar la George Clooney), las actitudes cambian y hay muchas más emociones debajo de los deshechos lunares. Y empiezas a comprender, entiendes todo, eso está garantizado, en ningún momento verás el hiper espacio reflejado en un casco de astronauta y te preguntarás WTF?
Si alguien trata de decirles más sobre Moon realmente les va a arruinar la película (yo lo hice en otro momento, pero en esa ocasión nadie me dijo SPOILER ALERT), tu resiste hasta que veas la ópera prima de Duncan Jones. Al menos yo no te voy a arruinar la parte más fuerte e importante de la narración: las verdaderas razones por las que Sam se encuentra en la luna y por las que la tierra parece cada vez más lejana.
Dejémoslo en voz de su legendario padre: “Planet Earth Is Blue, and there's nothing I can do”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comments:
Publicar un comentario