En 1993, el vocalista Richard Ashcroft decía sobre su grupo The Verve: “La historia tiene un lugar para nosotros. Tal vez nos tome tres discos, pero estaremos ahí”. Su predicción fue acertada, porque su tercer álbum ‘Urban Hymns’ los llevó al éxito, principalmente por un solo sencillo que al mismo tiempo le brindó al grupo una de sus mayores frustraciones.
Después del lanzamiento de sus discos ‘A Storm In Heaven’ y ‘A Northen Soul’, a finales de 1995 el grupo había anunciado su separación, pero sorpresivamente regresaron en 1997 con el álbum ‘Urban Hymns’ y un sencillo espectacular: ‘Bitter Sweet Symphony’. The Verve inmediatamente alcanzó el éxito que había esperado en sus producciones anteriores.
'Bitter Sweet Symphony' mostraba a un hombre que se enamora profundamente y expresa sin problemas algunos de sus más íntimos sentimientos. El corte contó con un gran espíritu y una emotividad que se impregnó en todos los que escuchamos ese conjunto de cuerdas sonando al fondo, mientras la voz de Ashcroft cantaba: "Hundiéndome más rápido que un bote sin casco... Soñando el día en que te pueda ver a mi lado... Si, hay amor sí lo quieres".
El grupo inmediatamente obtuvo reconocimiento, la atención de la prensa y la canción llegó hasta los primeros lugares de las listas de popularidad, sin embargo el éxito dejo de pertenecerles por ese distintivo conjunto de cuerdas que se prolongaba a lo largo de toda la canción. ‘Bitter Sweet Symphony’ incluía un sampleo de la orquesta de Andrew Oldham, que originalmente apareció en la canción ‘The Last Time’ de los Rolling Stones, cuyo uso por supuesto no había sido autorizado.
The Verve fue demandado y perdió. La compañía disquera ABKCO, que posee los derechos sobre muchas de las primeras canciones de los Stones, tomó el control de ‘Bitter Sweet Symphony’, lo que significó que ABKCO podría vender los derechos de la canción para que fueran utilizados en comerciales, sin la autorización de The Verve, y los anunciantes también pudieron contratar músicos y grabar un corte parecido. Prácticamente el grupo perdió una de sus mejores canciones.
El corte tuvo una especie de resurgimiento después de que fuera utilizado en un comercial, a pesar de que es bastante inusual que las canciones que continúan en las listas de popularidad sean utilizadas en anuncios publicitarios, sin embargo Nike derrotó a Budweiser, Coca-Cola y General Motors al obtener la licencia de ‘Bitter Sweet Symphony’. La marca pagó $700 mil dólares, pero la banda sólo se embolsó $175 mil, mientras que la disquera y los Rolling Stones se dividieron el resto del botín.
A pesar de que a ABKCO le importaba poco la reputación de la banda, The Verve obtuvo algo más valioso que un cheque, exposición masiva en América y una gran popularidad, con todo y el antecedente de plagio.
La publicidad alrededor de ‘Bitter Sweet Symphony’, en lugar de opacar, permitió que canciones como ‘The Drugs Don’t Work’, ‘Lucky Man’, One Day’ y ‘The Rolling People’ fueran sumamente apreciadas, de hecho ‘Urban Hymns’ hasta el momento es considerado como uno de los mejores discos de la década pasada. Sin duda el grupo logró pasar a la historia.
Pocas veces tengo actualización de las canciones, pero el día de hoy es obligatorio agregar que en el 2019, los Rolling Stones le dieron el crédito a la banda, el final de la frustración para The Verve, que durante años escuchó la máquina registradora en otro espacio.
‘Bitter Sweet Symphony’ – The Verve
Escrita por Richard Ashcroft
Lanzada originalmente en 1997 en el disco ‘Urban Hymns’
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