Ambiancé, desafiando parámetros fílmicos


Cuando llegó el primer remolque encadenado al final de la película, el cine cambió su propia perspectiva, sobre todo cuando el tráiler fue movido al principio de la función para preparar al público dentro de la oscuridad de la sala. Ese breve encuentro con un filme durante años ha sido la máxima expresión de lo que se podría lograr en unos cuantos minutos.

Lo que inicialmente era una serie de imágenes fijas acompañadas por un narrador que ponía todas las emociones ausentes en lo que veíamos, posteriormente fue la construcción que abundaba en la brevedad y la rápida sucesión de momentos vitales que podían llevar al espectador a una sala en el futuro. Se establecieron estándares de duración, excepciones unas pocas veces al año y surgieron compañías para la creación de ese compendio de secuencias de impacto directo, que lograron condensar todo un concepto de forma ágil pero sin perder su principal objetivo: un gancho para lograr un gran estreno.

Ante esa necesidad de responder a la taquilla, el tráiler ha evolucionado, no solo es necesario como anticipo, también es la colocación de una idea en la mente del público. La breve secuencia aviva la curiosidad que a veces ve satisfecha, aunque en algunos casos descubre que lo mejor de la película es el avance.

La esencia de la producción completa se redujo aún más con la llegada del teaser, esa probada aún más breve que busca enganchar con unos pocos segundos que prometen mucho más no explican nada. La insoportable brevedad de la imagen da hambre, pero ¿qué pasa cuando el parámetro de duración del teaser es desafiado, pero al mismo tiempo se acatan sus reglas sobre crear un enigma?


Con la idea de romper parámetros, el director sueco Anders Weberg empieza ese largo viaje con un teaser de 72 minutos de Ambiancé, su megaproyecto que tendrá una duración de 720 horas y se estrenará en 2020. No solo promete ser la película más larga de la historia, también establece sus propias reglas: saldrá a la luz el 31 de diciembre de ese año y después será destruida.

Partiendo del experimento, Weberg explica que Ambiancé es un filme donde "espacio y tiempo se entrecruzan en un viaje surrealista y onírico, y es un resumen narrativo abstracto, no lineal, del tiempo que ha pasado el artista con la imagen en movimiento. Una especie de memorias cinematográficas". Con un teaser cercano al mediometraje, el resultado es una abstracción de imágenes que a través de largos pasajes nos permite entender poco y al mismo tiempo imaginar el concepto mayor.


Bajo esos parámetros de incitar, pero sin brindar todo, donde el teaser es corto y ambiguo en la mayoría de las ocasiones, el anticipo de Ambiancé adquiere la textura de un sueño con tonos brillantes incluso hasta en sus momentos más oscuros, con un velo de niebla que deposita en nuestra mirada imágenes aparentemente inconexas. Van de lo abstracto a lo reconocible y de regreso a esa sensación de contemplar los recuerdos de alguien más.

La música, con su continua vibración, fomenta ese estado de ensoñación, dirige el estado de hipnosis a través del oído, suple las palabras y logra que todo sea aún más inexplicable. Como teaser (que desaparecerá el 20 de julio), el enigma crece en esos 72 minutos, sin duda abren el apetito por el tráiler de Ambiancé.





2 comments:

  1. ¡Uf! No sé si por las plataformas, la vida de la gran CDMX o lo diré sea, pero difícilmente veo una película en una sola exhibición. Me tardo hasta una semana en ver cintas de más de sus horas. ¿Será destruida cuánto tiempo después del 31 de diciembre?
    Pregunto para tomar providencias en el caso de que decida emprender la titánica tarea de verla (lo comparo con correr un maratón, o escalar el Everest.¡Una película con duración de 30 días, brutal!

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  2. Ah, ya ví que sea destruida inmediatamente después de su estreno.

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