La norma en la mayoría de los documentales sobre festivales de música es llevarte al centro de la experiencia, lograr que te entusiasmes con los conciertos y el ambiente, ya después se trata de explicar de que trata el evento, sin embargo Freedom no sigue esas reglas no escritas. Aunque se anuncia como la historia de MutekMX, en realidad es una película sobre el espíritu, inclinaciones e inquietudes de quienes han participado.
Capturando a los participantes del año 2011, Freedom aborda poco o casi nada los hechos que llevaron al festival de Montreal hacia la Ciudad de México y al Festival Cervantino, tampoco muestra el proceso de producción, la organización durante los días previos a la semana de MutekMX y mucho menos busca la perspectiva de los asistentes a esos cinco días de eventos que engloban diversos aspectos de la música electrónica, en realidad el mediometraje transcurre en su mayoría en una serie de entrevistas en bares, cantinas, restaurantes, backstage y escenarios, que a la larga explican a grandes rasgos los valores del festival.
Freedom es sobre paradigmas, proyectos en continuo desarrollo, experimentos que incluso después de presentarse en MutekMX evolucionan para aparecer en otro festival y los aspectos que hacen que el evento, por muchas razones, se llame Festival Internacional de Creatividad Digital y Música Electrónica.
Como lo plantea el director José Manuel Espínola en los episodios que dividen Freedom, no es sobre el gran rave, la fiesta que continúa hasta el amanecer y ver que DJs causa mayor expectación, es sobre el crecimiento de la música electrónica como uno de esos géneros que por naturaleza experimentan, al menos así lo exponen Apparat Band, Caribou, Murcof y Kid Koala. En el caso de MutekMX es sobre las instalaciones, experimentos visuales e incluso la integración de los instrumentos y lo análogo con el software, esa es la razón por la que muchos mencionan a lo largo del filme su forma de crear y el uso de sintetizadores, Ableton Live y Native Instruments Reaktor.
El documental muestra a MutekMX como un centro de integración de actos, donde algunos encuentran el elemento para realizar un proyecto, que probablemente se presentará en el futuro en el mismo festival, pero también es un espacio sin estructuras rígidas que permite incluso experimentar a la John Cage con el silencio, la película incluso hace un guiño a Jean Luc Godard y su película Bad à Part, permitiendo que un instante en blanco tenga significado y mayor fuerza después del ruido.
De ahí parte José Manuel Espínola para mostrarnos más experimentos sonoros y visuales que fueron parte de MutekMX 2011, logrando que las grandes instalaciones de globos y LEDs de Robert Henke y Christopher Bauder crezcan en la imaginación primero con la explicación y después con la ejecución de patrones, ritmo y sincronía de movimientos y música.
En realidad es poco lo que Freedom aborda sobre el festival, muestra fragmentos de él y nos hace entenderlo un poco a través de las entrevistas y fragmentos de algunas de las noches más prominentes del año pasado, pero los deseos de conocer más la producción y sumergirte en la experiencia quedan inconclusos. La película termina dejando ideas sueltas, sin una perspectiva del futuro del festival, lo que te hace pensar que más que la historia de MutekMX, el filme es una especie de teaser para salir de la sala y buscar el programa del 2012.
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