“Todos somos Pussy Riot” – Kathleen Hanna
Para los que en cuanto escuchan la palabra feminista inmediatamente les viene a la mente la etiqueta feminazi, la aparición de Pussy Riot de forma local y con impacto global no tiene gran trascendencia, pero para los que entienden el derecho a expresarse (incluso desde el feminismo) como algo trascendente, el juicio al grupo punk ruso exige atención.
En febrero, Pussy Riot, encapuchadas y con guitarras y altavoces, cantaron 40 segundos de una oración punk en una iglesia ortodoxa, criticando al gobierno de Rusia y a la persona que encendió más la persecución, Vladimir Putin. Pussy Riot, ha protestado contra la represión de la libertad de expresión y reunión, la falta de transparencia de los procesos políticos y la atribución de falsos delitos de los activistas.
Fueron detenidas, acusadas de vandalismo, sometidas a falta de alimentos y sueño mientras esperaban un juicio únicamente por haber expresado su opinión. El veredicto ya lo conocen, la iglesia ortodoxa concedió su perdón y el gobierno ruso les dio 3 años de cárcel.
Aún bajo custodia continuaron protestando con mensajes de lucha liberados del anonimato de sus capuchas de colores. La idea de anonimato puede significar muchas cosas, pero principalmente es sobre guerrilla, como en otros casos (anonymous por mencionar uno) es sobre movimientos sin líder, unificados por las ideas y para garantizar la seguridad de quienes participan en él.
La protesta que originalmente no llevaba rostro, como muchas de las que hemos visto en los últimos meses y que hablan de una generación impactada por el “nosotros” y ya no en el “yo” heredado por padres y abuelos, convirtió a Pussy Riot en la banda más importante del 2012, como una nueva forma del movimiento riot grrrl, inspirando sin tener que presentarse como una retrospectiva de lo que anteriormente fue. Es una nueva fuerza, arte a final de cuentas pero desde una nueva perspectiva.
A su causa se sumaron múltiples músicos, pero el hecho de que se hayan autonombrado feministas es lo que emocionó enormemente a la vieja guardia del riot grrrl, incluso Kathleen Hanna (Bikini Kill, Le Tigre, redactora del manifiesto riot grrrl) expresó en un vídeo sus pensamientos respecto a Pussy Riot, dejando claro que no sólo se trata de reanimar un movimiento, son tres personas que están en la cárcel.
Aunque muchos se habrían acercado al “cede y desiste”, las integrantes libres de Pussy Riot continuaron con la protesta después del veredicto, lanzaron una grandiosa canción punk titulada Putin Lights Up the Fires, la cual por supuesto desató una nueva persecución por parte del gobierno ruso.
El movimiento de protesta continúa a su alrededor, con Amnistía Internacional haciendo solicitudes, una de ellas es: “¿Y tú? Puedes subir o enviar tu foto con pasamontañas a redes@amnistia.org.mx y exigir su liberación. #FreePussyRiot”.
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