Kid Koala tiene en su historia muchos logros. Como DJ y artista visual Eric San ha lanzado tres discos solistas, compuesto el score de varias películas, inició un grupo de hip-hop post-apocalíptico, lo conocemos como productor, como Deltron 3030 y el proyecto Lovage, pero también tiene impresionantes habilidades que hasta la fecha se han visto a la par de las tornamesas, soñado con diversos conceptos, diseñado verdaderas experiencias en vivo que han alcanzado el borde de su trabajo como autor de novelas gráficas, pero seguramente llevar a la gente hasta las lagrimas debe ser uno de sus más grandes éxitos.
Alcanzando los 37 años, éste habitante de Montreal alcanzó ese objetivo a finales de octubre de éste año, cuando publicó su segunda novela gráfica Space Cadet, acerca de una astrofísica que deja a su robot guardián en la tierra y se embarca en una misión espacial. Hasta el momento la mayoría de los comentarios que ha recibido de este proyecto son que los ha hecho llorar o que han sentido la urgencia de llamar a sus padres de repente, “creo que son dos grandes respuestas y válidas para el trabajo. Me alegro de que los está moviendo en algún nivel”.
Decir “en algún nivel” verdaderamente es quedarse cortos, porque aunque en la humildad Kid Koala dice que le gustan los robots porque son fáciles de dibujar, en éste libro de 132 páginas y grabados, los robots son “una corriente de proyección de las emociones” para permitir que el lector imagine lo que sienten. Lo que obtienes en Space Cadet es una abrumadora sensación de soledad, un sentimiento que viene de la vida de San como un músico en constante gira.
Eric San inició Space Cadet hace ocho años, casi al mismo tiempo que concluyó su primer libro Nufonia Must Fall (2003), otra historia centrada en robots. Escribió la historia en el camino y se le ocurrió la idea de hacerlo a través de grabados, en lugar de dibujar, luego de toparse con placas de grabado durante una gira en Francia, una idea que se volvió más intensa al tener que crear su historia en el espacio exterior, lo que implicó pasar horas tediosas poniendo color a un cielo sin fin.
La figura de Kid Koala fácilmente se puede relacionar con los protagonistas de Space Cadet, con alguien que viaja y acumula una serie de experiencias, con la sensación de que flotas sobre un abismo y no lo notas, sin saber cuando, como y donde se va a aterrizar; pero también es sobre la experiencia de vivir en Montreal en el invierno, cuando la gente no sale de sus casas, ampliando la posibilidad de que en un panorama de aislamiento, cualquier cosa pueda suceder en las calles, incluso un robot podría andar rondando por ahí.
La historia, los grabados y el soundtrack que debes escuchar desde el track uno, “Main Title Theme (Open Your Book)”, no sólo responden a las necesidades artísticas de Kid Koala, surgen de forma natural de sus raíces como educador, porque antes de convertirse en un DJ que viaja alrededor del mundo constantemente, dio clases en primer y sexto grado de educación básica, por lo tanto Space Cadet se enfoca hacia esos años enseñando, definitivamente es una historia familiar, pero no es exclusivamente un libro para niños, porque toca de muchas maneras la relación entre aislamiento y tecnología, amor y soledad.
La música es gran parte del estado de ánimo de cada grabado, se construye de forma electrónica como gran parte del trabajo de Kid Koala, pero todo surgió de una simple base de piano con ayuda de cuerdas, trompetas y el sutil uso de sus instrumentos preferidos, las tornamesas. El resultado es dulce, con un conjunto de música que sin duda refleja cada pasaje y tema del libro, pero te llevan a escucharlo de forma continua por derecho propio, conjurando la antítesis de cada show de Kid Koala, excepto por los que realiza para presentar Space Cadet, donde el uso de audífonos es indispensable y un requerimiento para buscar el volumen para el confort dentro de la burbuja individual.
Publicado originalmente en Resonancia Magazine
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