Por alguna razón, todo el camino del sábado hacia la celebración de Saturnalia me repitió esa frase, el domingo la sustituyó por "destruir el mundo", el cambio tal vez se deba al dodo que cenamos y a que se acerca el gran día. Al final, el objetivo sigue siendo el mismo... parafraseando a Cerebro y a Richard Hawley al mismo tiempo: será nuestro.
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Vida
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