En un periodo en los noventas todo parecía posible. Inglaterra era el lugar que capturaba la imaginación del mundo, era el centro de donde emergía una vibrante cultura popular capaz de amalgamar a todo el país bajo la etiqueta de Cool Britannia. Live Forever es una breve mirada a los elementos que permitieron que el brit pop fuera un movimiento fundamental en los 90s, pero también es un registro de un género impactado por un partido político, la esperanza repercutiendo en todos los ámbitos, bandas seducidas por la guerra de tabloides, el mercadeo de lo absurdo, la música, las canciones, la moda y la inocencia perdida en un periodo de optimismo.
La película se concentra en esa nueva cultura que engalanó y acompañó a un nuevo Gobierno, con el brit pop como un fenómeno de tres actos: Todo comienza con el concierto de Stone Roses en Merseyside, alcanza su punto más alto durante la rivalidad Blur/Oasis cinco años después y concluye con el lanzamiento de Be Here Now de Oasis. Pero roza el efecto de Nirvana en la música británica, el ascenso de Robbie Williams y el incontenible regreso de la música pop.
Live Forever plantea que el caldo de la creatividad y la desesperación política fueron los detonadores de todo el movimiento. A finales de los 80s las revueltas sociales, la introducción del éxtasis en la escena de clubes y los Stone Roses llevaron al país al borde de ese detonador. Los Stones Roses fueron la primera respuesta a un gobierno conservador y atrajeron la energía de una generación que había crecido bajo un sólo régimen político y que repudiaban el Thatcherismo. El cambio inició en el verano de 1990, cuando el grupo debutó y se presentó en el festival de Spike Island, la presentación de Stones Roses fue el primer indicador de que los tiempos cambiarían.
El director John Dower logra detonar la nostalgia que viene implícita desde el título de la película, encuentra el lugar para las posturas antiamericanas y el rechazo por el movimiento grunge que no los representaba, aborda las canciones que aparentemente definieron el brit pop (Wonderwall de Oasis, Parklife de Blur y Alright de Supergrass) y logra enfocarse en la gente y bandas asociadas con esa era. El resultado final es un filme claramente diseñado para confrontar a las estrellas de ese movimiento, quienes se ven obligados a revivir buenos y malos momentos.
Los hermanos Gallagher asumen su postura como personas de la clase obrera, pero también hacen lucir sus diferencias cuando recuerdan el momento en que Noel apoyó al político Tony Blair y Liam impulsó la moda de Cool Britannia apareciendo con el torso desnudo en la portada de Vanity Fair. Damon Albarn recuerda el rechazo que encontraba continuamente por ser de clase media y acepta el trago amargo cuando tiene que hablar de como ganó Blur la batalla de ventas contra Oasis y a la distancia no tuvo ninguna trascendencia, mientras Jarvis Cocker desmenuza la forma en que su canción Common People perdió sentido para él y como repentinamente la vida de celebridad lo llevó, en sus propias palabras, hasta el peor periodo de su vida.
Desde el título entendemos que no hay un final agradable, Live Forever logra capturar el optimismo de esa época, pero también muestra que Cool Britannia fue más sobre la imagen y menos sobre el desarrollo cultural.
Level 11 por Karina Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-No Derivadas 3.0 Unported.
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