Inadaptado y freak de culto, una colección de manías humanas, narrador y devorador de historias sórdidas aptas para adultos que temen como niños e infantes que sufren como adultos. Uno de esos personajes extraños que fascinan, a pesar de que se ha exiliado por iniciativa propia de cualquier pretensión, al menos de la fama y la sobreexposición.
Pisa un terreno bastante fértil de oscuridad, es un experto en exponer las actitudes y manías bizarras de la raza humana. Se revuelca sorprendentemente en su nuevo espectáculo de inadaptados, pero a diferencia de sus anteriores historias, cuenta un final, une el sueño y completa ciclos que realmente le pertenecen.
Son pasos inseguros en una casa extraña, en la oscuridad, es un sueño febril, un poema a tono, pero también es carne y huesos, es una raíz en la realidad, en los celos, la furia... es más carnal. Ambos son testimonio de la magia que hace tangible su voz, que puede ir de la tranquilidad hasta la furia que raya en la locura.
Se zambulle en la miseria que es el río del mundo, es el maestro de ceremonias de una acto circense burlón y sombrío. Su voz se transforma en cada acto de inhalar y exhalar, en la búsqueda de cada personaje, como si fuera un narrador lunático, que envuelve con suavidad y que después está dispuesto a saltar sobre el que lo escucha.
De voz grave, es un engendro de poesías sobre personajes nocturnos, borrachos y exiliados que ha rozado vagamente al intentar cruzar el límite de cualquier regla. Susurra constantemente: “sólo los extraños duermen en mi cama”.
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