Un segundo simplemente no me alcanza, pero eso no evita que ande mendigando segundos todos los días, por eso cuando leí que el 31 de diciembre de este año iba a tener un segundo más que el 2007 no pude evitar pensar la forma en que iba a utilizarlo.
Si, parece ser una diferencia mínima de tiempo, un desfase producto de algunos ajustes de velocidad de la tierra, pero aún así un segundo gratis siempre es bien recibido (ya quisiéramos tener ese desfase gratuito en nuestra cuenta del celular). La cuestión es que no recuerdo que hice con ese segundo extra los otros dos años que tuvieron el mismo desfase temporal (1998 y 2005), probablemente perdí ese regalo en un furor de sidra/mojitos, 12 uvas o una incipiente indigestión.
La pregunta del segundo ganado y perdido me depositó en el recuerdo de otro año, donde el retraso de un festival terminó encimándose con la entrada del horario de invierno, la hora en espera y la otra hora en transición terminaron depositándome dos veces en las fatídicas cuatro de la mañana, momento en el que realmente me pregunté si el grupo volvería a repetir el set, si habría una hora feliz para conmemorar el hecho de ganar una hora extra o si el señor de los tacos me haría un descuento para bajar una borrachera producto de una hora extra de vida en un sábado entrando a domingo.
Aún sabiendo que no habrá ninguna promoción especial y que sólo obtendré un fugaz instante, sigo preguntándome que haré con ese segundo gratis, tal vez si ese segundo fuera administrado por Ticketmaster podría estirarlo tanto como ellos estiraron mis minutos en espera en la fila virtual para comprar boletos para Radiohead, 12 minutos virtuales que trasladados a la realidad equivalen a 20...
0 comments:
Publicar un comentario