Entre unidades muertas y las desperdiciadas en el zapping, tengo una larga unidad de investigación pendiente. Se trata de una serie de artículos que, como todo lo que hago actualmente, se ligó con un montón de cosas aleatorias en la red.
Dentro de esa investigación (que ya parece parte de la eternidad) me encontré comunidades en Facebook y Flickr dedicadas al bello arte del sleeveface, una forma de integración de lo visual con lo real que se está expandiendo rápidamente y que esta dándole un nuevo sentido a esos símbolos de una época análoga y llena de contemplación.
Más que objetos coleccionables y entes portadores de la nostalgia, los discos de vinil se están convirtiendo en una tendencia de integración entre el arte y su acérrimo fan, una bella forma de contribuir y completar las imágenes que en nuestra mente son claras gracias a la música, pero que en tiempos de la era del download, donde el arte de portada parece extinguirse inevitablemente, necesitan ese ingenio para subsistir en las galerías digitales.
En la línea de “carajo me ganaron otra idea”, dos tipos llamados Carl Morris y John Rostron ya hicieron su recopilación y crearon el libro Sleeveface – Be The Vinyl, que incluye la cita de David Bowie “Just The Best Sight Gag in Ages!”, y no es porque sea Bowie, opino lo mismo, es una gran idea. Como en todo, algunos de los ajustes entre el vinil y la realidad a veces no funcionan, pero hay casos en que la búsqueda de vestuario y locación son realmente ingeniosos.
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