No era Berlín, tampoco Nueva York ni Londres, pero en una época de prohibiciones y miedo hacia las manifestaciones juveniles, algo claramente bullía en el Distrito Federal a través de la música, los locales underground y el movimiento de Ciudad Satélite a Coyoacán, la Zona Rosa y Ecatepec mientras México se abría al mundo a través del mundial de 1986.
La película de Hari Sama es la suma de ambientes, anécdotas, ideas y contextos, nos muestra la capital después del sismo de 1985, la que se organizó y generó muchas de las libertades que gozamos en la actualidad. que agitó de muchas formas a los jóvenes que tanto asustaron al gobierno a partir del Festival de Avándaro y las manifestaciones estudiantiles de 1968 y 1971.
En la mezcla de los años del apañón, el bar El 9, el Tutti Frutti, la aparición del Rock en Tu Idioma y las revelaciones artísticas desde La Quiñonera, 'This Is Not Berlín' nos lleva a una historia de formación, dos adolescentes descubriendo el mundo (al menos lo que abarcaba el Distrito Federal y la periferia a la sombra de las Torres de Satélite) a través del movimiento de las peleas en los terrenos baldíos, la vida nocturna, las revistas porno, drogas y probar otros estilos de vida lejos de los parámetros establecidos por sus familias notablemente burguesas. Los fresas de los colegios privados se encuentran con los rockers y la contracultura a través de una serie de discos, cambios de peinado, instantes de abuso hacia quienes se salen de la línea y el despertar de la sexualidad.
'This Is Not Berlín' se aferra por instantes a las pequeñas viñetas que todo chilango ochentero reconoce: las caricaturas, los portafolios , los subilines y la euforia del mundial en las calles, pero también se enlaza con otros instantes del Distrito Federal juvenil que se relacionan con 'Los Caifanes' y 'Ciudad de Ciegos'.
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