A principios de la década pasada My Morning Jacket surgía en algunas conversaciones, de entrada el nombre me pareció curioso, típico de una banda indie que podría mostrarte algo interesante. Inmediatamente me dediqué a buscar ese sonido que algunos habían apodado como alt-country. La etiqueta siempre me daba toques, esa misma sensación tuve cuando llegó un EP a mis manos. La primera vez me causó algo de indiferencia, pero tanta recomendación me obligó a darle una segunda, tercera, cuarta y quinta oportunidad. En la sexta vuelta My Morning Jacket ya había logrado penetrarme, dejándome claro que el quinteto ciertamente tiene un sonido notable.
EL ECO PERTURBADOR
Esa etiqueta de alt-country no les sienta tan bien, ellos mismos prefieren no ser catalogados, pero si no hay de otra prefieren ser encasillados en rock & roll. Es cierto que su estilo es bastante cercano al country, con la voz de Jim James desbordando olor a viejo, a Neil Young en los mejores tiempos de Crazy Horse, a pop americano y a Wayne Coyne de los Flaming Lips. Las influencias en My Morning Jacket se reconocen en todo instante, sin embargo el grupo ha agregado a la fórmula algo de psicodelia y múltiples reverberaciones, que más que experimento ya son un sello inconfundible.
Louisville, Kentucky, es mucho más que el lugar de origen de My Morning Jacket, también es el lugar que los inspira y que les brindó el mejor escenario para grabar: el granero de una granja medio abandonada. En esa búsqueda mundial por el sonido auténtico y orgánico, el quinteto agregó ese sonido cavernoso y lleno de ecos para la voz de Jim James, una aportación que se volvió una de sus principales características. Ese sello es comparado muchas veces con Neil Young, pero existe mayor parecido con el álbum 'Pet Sound' de Beach Boys o cualquier experimento realizado por Brian Wilson.
Las reverberaciones se han convertido en algo vital para el estilo de My Morning Jacket, en parte por que brindan un sonido único a su música y también porque ya son una obsesión del vocalista. "De hecho Jim tiene un desequilibrio químico en el que no puede sobrevivir sin reverberaciones", explica el guitarrista Johnny Quaid. "Es como el oxígeno para él. Ni siquiera tiene una conversación con ninguno de nosotros sin hablar a través de un pequeño amplificador. Camina alrededor con un pequeño amplificador en su cinturón y un micrófono, nos habla todo el tiempo en reverberaciones. Es algo perturbador”.
SONIDO PLACENTERO
Más que esa extraña obsesión por el eco, los integrantes de My Morning Jacket están detrás de esas sensaciones que los adultos han suprimido de su sistema, es una búsqueda de lo placentero a través del sonido... tal vez lo extraño para muchos es que su manifestación sea esa mezcla de country y psicodelia. “Todos crecimos escuchando a Zeppelin, los Stones y AC/DC, todos hacíamos guitarra de aire con todas esas cosas en nuestros cuartos con las luces apagadas, brincando sobre la cama y todo lo que estaba alrededor. Solo tratamos de recrear eso cada noche. Sólo cierra tus ojos, tienes trece años otra vez, brincando sobre la cama con una canción de Led Zeppelín”.
Aunque tengas que darle varias vueltas a sus discos, la música de My Morning Jacket te causa esa curiosidad que a la sexta vuelta se manifiesta con sorpresa. Experimentación, emociones que saltan en ecos y esas raíces del norte de Kentucky, que no necesariamente deben aplicarse a un baile de cuadrillas. Es algo seguro, la primera vez no te va a gustar, pero la chaqueta de la mañana te seguirá causando curiosidad, ni modo debes darle una vuelta más.
MMJ: UN POCO DE HISTORIA
El estilo y el sonido de My Morning Jacket se forjó en Louisville y en el curso de incontables presentaciones en clubes pequeños, fiestas y centros comunitarios. Sin embargo sus raíces van más allá del country, asentándose en Jim James y la música que ha realizado durante los últimos 24 años en sesiones experimentales con su primo Johnny Quaid. Ambos tocaban en diferentes bandas, pero siempre estuvieron en contacto. Cuando Jim empezó a escribir canciones para un nuevo grupo, Johnny fue el primero en apuntarse para el proyecto. En 1998 se sumaron el bajista Two-Tone Tommy y un baterista que después se alejó sin dejar huella.
Cuando Danny Cash vio un aviso donde se solicitaba un tecladista no sabía como tocar el instrumento, pero aprendió a tocarlo tan sólo para incorporarse a My Morning Jacket. El baterista Patrick Hallahan no estaba tan lejos, había sido el mejor amigo de Jim James desde que tenían 10 años, se unió al proyecto cuando My Morning Jacket se sumó a la gira de Guided By Voices en el 2002.
PRODUCCIONES
El grupo debutó con 'The Tennesse Fire' en 1999, antes de eso My Morning Jacket había lanzado una serie de grabaciones independientes: tres EPs, un par de sencillos y múltiples recopilaciones de tracks. En el 2002 lanzaron 'At Dwan', una de las mejores producciones del grupo hasta la fecha gracias a 70 minutos de cortes memorables y arreglos eclécticos.
A mediados del 2003 lanzaron su primer intento en las ligas mayores, 'It Still Moves' fue un título bastante apropiado, sobre todo cuando muchos de sus fans temblaron y creyeron que My Morning Jacket perdería todo su encanto. La tercera producción del quinteto aún cuenta con esas fabulosas reverberaciones y las letras son fuertes como en sus anteriores trabajos.
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