El álbum del año, no lo fue en 1997, más bien fue un intento desesperado por encontrar su identidad, Faith No More bromeaba desde el principio con sus grandes expectativas, algo sucedía al interior, era su último material. A pesar de las críticas negativas iniciales, la separación del grupo un año después hizo que se escuchara el disco con otros oídos, con el paso de los años maduró y se convirtió en uno de los favoritos conforme la letras fueron adquiriendo trascendencia.
Si Ashes To Ashes lograba atraparnos, Naked in Front of the Computer nos ponía en una perspectiva que ahora reconocemos más, nos comunicamos y relacionamos sin hablar o acercarnos. Parecía una versión divertida y extrema del concepto de aislamiento en 1997, no tenía mucho sentido hace algunos años, pero ahora sabemos lo que significa, ese hombre desnudo se ha vuelto parte de nuestra cultura.
Casi 20 años y muchos proyectos intermedios después, volvimos a encontrarnos con Faith No More, el grupo que en plena era de pelicomics nos demuestra la influencia de la novela gráfica en su historia con Superhero, nos recordó que la obsesión por ver una pantalla esperando algo no ha cambiado mucho. Desnudos, medio dormidos o vestidos, seguimos esperando la llamada como en Motherfucker.
Justo en este instante, celebrando Saturnalia y el culto al sol, escucho Sol Invictus con esa larga zanja de años, si en Album of the Year significaba reestructurar un sonido, 18 años después se trata de un grupo buscando aquello que sonaba a Faith No More, pero que ya no es el mismo, hay ciertas mejorías y asperezas ajustadas. Solían visualizar todo, ahora describen escenas y la música que surge de esas imágenes, una banda sonora para películas que no existen.
Desde el arte del disco lo vemos, como en anteriores ocasiones la fotografía de portada revela los sonidos del interior, Sol Invictus muestra las historias con un fragmento del libro Haunted Air de Ossian Brown, una colección de fotografías de cierta rareza de halloween de muchos años atrás. De ahí partimos para caer en la voz de Mike Patton desplegando diversos matices, cercanos a los que manejó con Mr. Bungle, frenético en instantes, solemne por momentos, nos recuerda la época en que tenía muchas cosas extrañas que decir, no es que haya dejado de hacerlo, pero más allá de Separation Anxiety no todo crece como quisiéramos.
Algunos esperan que el sol regrese siempre en su forma original, para mi este disco significa el triunfo sobre la oscuridad, sin esperar que se encuentre el mismo cielo sobre tu cabeza, es la recopilación de muchas formas construidas por sus integrantes a lo largo de los años. Nos deja con la idea de que hacía falta Faith No More para llenar esos huecos de rareza en nuestro interior (Cone of Shame, Black Friday), donde se puede cambiar cuatro veces de ritmo en una sola canción (Rise of The Fall, Matador) o sumergirnos en una marcha festiva en From The Dead, el corte que cierra el material con las significativas frases “puedo ver el desfile, bienvenido a casa mi amigo" y “de regreso de los muertos, puedo ver el día”.
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