Si de registrar el rock and roll se trata, pocas bandas como Rolling Stones. Desde que descubrieron que no era un grupo de una ola pasajera aprovecharon diversos talentos para dejar su huella en la música, ya lo decía un muy joven Mick Jagger en el documental 'Charlie is my Darling' (1966), increíblemente sobrevivieron a los primeros dos años y se mantuvieron otros 50 como el constante referente del espíritu de una generación que decidió no crecer, rejuvenenciéndose constantemente por la energía en vivo.
Desde su relación con Jean-Luc Godard en 'One Plus One' (1968) hasta la censura de 'Cocksucker Blues' (1972) de Robert Frank, los Rolling Stones se han encargado de fomentar el estado de leyenda, propiciando que el culto rolinga siga en marcha con eventos extraordinarios, incluso olvidos extraordinarios a consecuencia de las drogas como percibimos en 'Stones in Exile' (2010).
Sin embargo desde 'Shine a Light' (2008) de Martin Scorsese y 'Crossfire Hurricane' (2012) de Brett Morgen vimos un ligero cambio, sus integrantes ya no desean ser los músicos inalcanzables, los legendarios Stones que suben al escenario y conectan con una audiencia que no logra verlos completamente envejecidos. Sigue siendo aquella banda que fue capaz de organizar un concierto gratuito que concluyó en una tragedia de cinema verité al estilo de los hermanos Maysles bajo el título de 'Gimme Shelter' (1970), que repitió la hazaña en una playa de Brasil, que logró infiltrarse en China y se convirtió en la primera banda (de ese tamaño) en realizar una presentación en Cuba, pero también es la que significa algo diferente para cada persona que la escucha.
En esos múltiples fragmentos que son los Rolling Stones, aparece 'Olé olé olé!: A trip across latin america', el documental sobre la serie de conciertos que el grupo realizó apenas este año, sin embargo no es sobre el grupo en vivo (al menos no a grandes rasgos), tampoco es la conquista de una isla después del levantamiento del embargo, para eso deben buscar 'Havana Moon', es una película sobre la influencia, los fanáticos y el contexto en el que la banda apareció en tiempos de censura, dictaduras y filtraciones rockanroleras a través del mercado negro.
Así nos encontramos con los integrantes de los Stones, mostrándonos su travesía por un continente, los planes para llegar a Cuba a pesar de diversos contratiempos, como lo dice Jagger: “¿En 80 años un presidente de Estados Unidos no ha visitado Cuba y desea hacerlo el mismo día que los Stones?”. A eso agréguenle un Viernes Santo, la crítica del Papa, la falta de estructura, la pesadilla logística, la ansiedad del público y... bueno, repito, pare eso vayan a 'Havana Moon'.
'Olé olé olé!' es sobre las diversas razones por las que se gestaron cultos como los rolingas en Argentina, la manera en que 'Sympathy for the Devil' surgió de la samba después de uno de esos viajes medio drogados de finales de la decada de los 60 y la manera en que el rock a la rolling existía al mismo tiempo que el gobierno mexicano cercaba la música durante más de 15 años, con los sospechosos de siempre: Javier Bátiz, Armando Molina y Alex Lora.
Pocos aspectos en vivo, pero significativos con “(I Can’t Get No) Satisfaction”, “It’s Only Rock ‘n Roll”, “Wild Horses”, “Honky Tonk Women”, “Sympathy For The Devil”, “Paint It Black” y “Miss You”; además de muchos instantes con los integrantes de la banda que buscan mostrarse como seres terrenales que han sido bastante afortunados, que aún vibran en tenis con el baile pogo al ritmo de olé, olé, olé y que todavía tienen muchas historias que no han salido en sus anteriores documentales o que no fueron quemadas por Jagger en la serie 'Vinyl'.
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