La palabra. De apariencia inofensiva pero suficientemente poderosa como para provocar persecuciones, ataques y piras incendiarias, capaz de modificar y moldear de forma sumamente peligrosa. La antología de ensayos de Toni Morrison no son sobre la vacua idea del escritor frente a la página en blanco, es sobre escritores enfrentando la censura, la reflexión sobre el oficio y quienes lo inspiran, el auto sabotaje y cómo la historia ha perseguido a sus grandes plumas por unas simples palabras.
Aunque Burn This Book es sumamente corto, los 11 ensayos revelan el interior de cada hoja escrita y por escribir, como lo exponen John Updike, Pico Iyer, Russell Banks, Orhan Pamuk y Salman Rushdie hay belleza entre el ejercicio de pensar y escribir, precisamente eso da forma a las constantes amenazas a la libertad de expresión, en palabras de Morrison "la historia de la persecución de escritores es tan antigua como la historia de la literatura".
Con eso en mente, algunos de los ensayos gritan, se extienden en anécdotas, pasajes y comentarios al margen de todo lo que se ha escrito. Por ejemplo Pamuk en Freedom to Write cuenta la experiencia de mostrar a Arthur Miller y Harold Pinter el interior de Turquía y las situaciones propias del país que lo hicieron desarrollar su obra con cierto matiz; mientras que Ed Park analiza la furia y la censura que provocaron la prohibición de I Am the Cheese (1977) de Robert Cormier en las escuelas de Florida, una aportación de palabras que trascendieron y provocaron verdaderos tumultos educativos.
El título es un verdadero punto de partida para entender lo que quiso hacer la ganadora del premio Nobel de literatura en 1993 al reunir a estos escritores, quemar libros simplemente demuestra que no podemos dar nuestra libertad de expresión por sentado, como lo evidencia Burn This Book las palabras en muchos lugares aún son sometidas e incluso pueden llegar con sellos de "ésta carta no fue censurada".
Se trata de pensar en escritores inofensivos que peligrosa y voluntariamente luchan "con el más duro, más feo, más crudo y los asuntos más dolorosos del alma", que puede "iniciar con el deseo de dejar una impresión y terminar con el de borrar esa misma impresión", de "convertirse en menos para transmitir más" y simplemente ser un escritor que pasa por periodos de desesperación y odio a sí mismo al "desmantelar personalidades y renunciar a algunos de sus mecanismos de defensa más eficaces".
Aunque Paul Auster dice que un novelista es simplemente "una persona que está sentada sola en una habitación con sus frases, componiéndolas por cientos de miles de una en una", la realidad que cae poco a poco en Burn This Book es que el novelista no habla en sus libros para los demás, el novelista escucha a los demás, especialmente a aquellos que de otra manera no han sido escuchadas.
Evidencia que nada cambia en el centro del humano sino se renueva, es el que explica al ser humano como es ser nosotros mismos, haciéndolo ver que el cambio ocurre solo en los bordes, la diferencia es que el escritor lo hace de forma viral y "exponencial por medio de palabras".
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