Junto con el director, colaborador y agente provocador Julian Temple, The Great Rock 'n' Roll Swindle es concebido como una combinación de realidad con ficción y otras realidades a medias en una especie de farsa satírica. Por supuesto, todo es una broma, una burla final de un hombre que narra su propia historia y la de la banda en un documental falso.
Desde el principio sabemos que no es una narración exacta de la historia de los Sex Pistols, que tampoco es particularmente coherente, pero es atractiva porque es una película de una época muy divertida. Ésta película incluso no es realmente un documental propiamente dicho, sino una mezcolanza de azar y tomas de archivo de varias actuaciones de Sex Pistols mezcladas con las auto-indulgente pláticas de McLaren, con obras de teatro, animación, ficción, recreaciones y una parte extendida que sigue a los ex Pistols, Steve Jones y Paul Cook a Brasil para encontrar al famoso ladrón de trenes Ronnie Biggs, además de algunas escenas realmente extrañas, como el hombre enmascarado que irrumpe en una habitación con un Rottweiler hablando o Steve Jones a la caza del manager como un detective privado (¿por qué? realmente nunca se nos explica).
La película en sí, en su mayoría, se centra en Malcolm McLaren enseñándonos sus 10 Mandamientos para estafar a los medios de comunicación, así como al público en general, a través de una banda de rock and roll. Aunque parece una contradicción entre las lecciones del manager y el desprecio por sus músicos, de muchas maneras, The Great Rock 'N' Roll Swindle se muestra como el enlace perdido entre los sencillos y el álbum Never Mind the Bollocks: Here's the Sex Pistols, utiliza gran cantidad de material de archivo para llenar los espacios en blanco y deja espacio suficiente para que tanto McLaren y Temple intente explicar su visión de la época.
Con The Great Rock 'n' Roll Swindle, Julian Temple acuñó un punto de referencia para la creación de películas documentales. En lugar de ofrecer una narración lineal que propone sólo los hechos o trabajar dentro de la banda para inventar una especie de vanidad autobiográfica, fractura lo hechos y los vuelve a montar para concretar incomprensión, pero mejor que muchas películas de ficción sobre el DIY, Temple muestran diferentes trucos para ofrecer verdaderas razones, racionales dentro de todas las incoherencias, de por qué el punk no debería haber adquirido popularidad, como muchos habrían esperado y previsto.
La línea difusa entre la verdad y la ficción existe aún después de The Great Rock 'n' Roll Swindle, para el momento en que Julien Temple terminó la película el grupo se había disuelto desde hace mucho tiempo, Sid Vicious estaba muerto y el mito apenas empezaba a eclipsar la realidad. Temple finalmente utiliza la verdad para ilustrar la importancia social del grupo. Ahí es donde la desarticulada lección de la historia del punk del director es tan esencial, porque no existe un mejor documento que evidencie un movimiento yendo de la revolución a la desaparición como The Great Rock 'N' Roll Swindle.
El filme se convierte en un documento de un momento y un espacio particular, es una rareza que alimenta mitos, pudo haber querido acabar con la fama de Sex Pistols en manos de su manager - y en el momento de la práctica lo hizo, sin embargo, visto hoy, es un trabajo revelador de los extremos de experimentación. En The Great Rock 'n' Roll Swindle la línea entre el documental y la ficción, la verdad y la mentira, se vuelve tan borrosa que se hace necesaria.
Level 11 por Karina Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-No Derivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en www.sonicarsenal.blogspot.com.
0 comments:
Publicar un comentario