Spoiler Alert: Vuelve al Sur, Diarios de Bicicleta

“Más interesado en la ironía que en la utopía”, esa era la base de la mayoría de las letras de Talking Heads, podríamos pensar que el gran saco de Stop Making Sense se encongió un poco cuando el grupo desapareció, las giras de David Byrne como solista se volvieron una constante y los lanzamientos de Luaka Bop se redujeron a cuatro discos al año, sin embargo la mente de Byrne posiblemente ya sobrepasó los límites impuestos por el amplio traje inspirado por el teatro Noh, por algo se ha animado no sólo a vestir un tutú de ballet o un leotardo que evidencia sólo huesos, también ha incursionado en las artes visuales, ha realizado performances, compuesto varios soundtracks, ha escrito varios libros y ha dedicado los últimos 30 años a recorrer el mundo en una bicicleta.


Como podríamos esperar de cualquier trabajo de David Byrne, Diarios de Bicicleta no es precisamente un libro sobre la práctica del ciclismo, sino un libro en donde la bicicleta es el medio para transportar ideas sobre arquitectura, música, arte, viajes, política, religión, lo kitsch, la decaída de la sociedad y – el tema más recurrente – nuestra cada vez más pobre calidad de vida.

Parte diario, parte manifiesto, las historias de David Byrne enganchan desde la introducción, donde explica sus primeros paseos en la década de los 80 y el encuentro con las bicicletas que se doblaban, un descubrimiento que convenientemente le permitió obtener un “sentido de liberación, alegría y conexión” con todas las ciudades que visitó. Es un punto de vista de forma panorámica desde el asiento de la bicicleta, abriendo los ojos hacia la cambiante geografía y la población de cada sitio, descrito en el libro con una personal mezcla de humor, curiosidad y humanidad.

Al estar involucrado en múltiples iniciativas para lograr que la bici tenga sus propios espacios en la ciudad de Nueva York (diseñó hasta una serie de racks), Byrne ha participado en los últimos años en diversos eventos relacionados con esa actividad, posteriormente se convirtieron en una gira alternativa para el libro para mantener contenta a la editorial, ya que se ha negado a realizar lecturas.

Como dice el músico en un mensaje “su presentación evolucionó en una especie de fondo e introducción del tema. Presentando algunas ideas de principios del siglo XX sobre lo que debían ser las ciudades —utopías o visiones distópicas, dependiendo de tu punto de vista— que, coincidentemente, no fueron fuertemente influidas por el auto o las compañías de petróleo”.

La principal cuestión siempre es lograr que las ciudades nuevamente sean habitables y aparentemente sus ideas han sido bien escuchadas, por esa razón se convirtió en uno de los personajes más solicitados por aquellas organizaciones (gubernamentales y no gubernamentales) interesadas en la bicicleta no sólo como un medio de transporte, sino como un vehículo para llevarnos a un mejor estilo de vida.

Con esas ideas en mente, David Byrne inició una gira por Latinoamérica para presentar Diarios de Bicicletas, pero principalmente se trata de proponer y escuchar propuestas para las problemáticas de cada ciudad.

Si no tuvieron oportunidad de ir a las conferencias, pueden ver la del Centro Cultural Tlatelolco AQUI.


Publicado originalmente en Resonancia Magazine

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