Separado!

No sólo es el líder de Super Furry Animals que planea la entrada escandalosa de un tanque en el festival de Glastonbury y que emerge enfundado en traje espacial, Gruff Rhys es el hombre que revela letras bizarras cada vez que escribe una canción y que se ha convertido a lo largo de 17 años en un gran impulsor del idioma que compite vivamente con el inglés en el Reino Unido.

Galés de espíritu y en lengua, Rhys ha procurado que todos sus proyectos tengan muchos elementos del antiguo idioma celta. A diferencia de grupos como Cocteau Twins o Sigur Rós, que crean un nuevo idioma para darle un nuevo entorno a su música, Gruff Rhys ha tratado de mantenerse firme en el uso del galés, explotándolo fuertemente en Mwng (2000) de Super Furry Animals y en su primer álbum solista Yr Atal Genhedlaeth (2005), ambos considerados los discos más exitosos en ese idioma.

El movimiento apoyado por el músico diestro con mentalidad de zurdo es compartido por Stereophonics, Manic Street Preachers y Catatonia, grupos galeses que defienden la preservación de su idioma como una manifestación artística, pero ninguno lo hace como Gruff Rhys, él se mantiene en esa misma línea sin descanso incluso cuando presenta un documental de búsqueda personal como Separado!, que termina siendo una oda psicodélica a Gales.

Parte documental, parte road movie, parte vídeo músical, parte western pero del sur de Argentina, el filme persigue incansable a Gruff Rhys trazando a uno de sus antepasados y a todos los galeses que siguieron el sueño de New Cambria en América del Sur a finales del siglo XVIII. Si, el viaje se remonta a muchos años atrás, comienza en Gales pero se mueve hacia Brasil y la Patagonia, con Rhys como un guía exótico (incluso para los galeses) y sumamente encantador.

La búsqueda por su tío perdido Rene Griffiths, a quien descubrió en un programa de televisión cantando en galés con una guitarra flamenca, se vuelve un descubrimiento divertido guiado por saltos en el tiempo con un Power Ranger con poncho realizando presentaciones improvisadas mientras crea lazos culturales y musicales.

Es un filme de bajo presupuesto, pero genuinamente divertido, tal vez no terminas con ganas de aprender galés, pero si terminas admirando enormemente a Rhys y su fascinante forma de ver el mundo... sobre todo cuando intenta mostrar que la música que hace con Super Furry Animals es más ruidosa que la que hace como solista, las caras en la audiencia revelan que hay de ruidos a ruidos.