Emergiendo de una tóxica mezcla de gases de refinería, aislamiento y rebelión, Dr Feelgood reinventó lo inhóspita península de Essex como el Delta del Támesis, con Canvey Island como una ciudad gemela al Mississippi, con tanta vida que aparentemente genera la misma energía creativa. Inspirados por Howling Wolf y Muddy Waters, primero crearon una jug band y después le dieron la espalda a las pretensiones del rock progresivo que sofocaba la música británica a principios de los 70s, influenciando con su estilo inconformista y un poco retorcido a personajes como Johnny Rotten, Joe Strummer y Joey Ramone. Sorprendentemente, la banda plantó la semilla de la revolución punk desde un rhythm and blues interpretado con mucha pasión y veneno.
Oil City Confidential es la historia de Dr Feelgood, cuatro hombres enfundados en trajes baratos que no sonreían y parecían una banda de criminales que desde Canvey Island lijaron la cara del rock'n'roll, dejando todo lo que quedó detrás de ellos en ruinas.
En cuanto se dieron a conocer, brindaron un antídoto a una industria de la música todavía enganchada con el movimiento hippie de los 60s y que se sumergía en los lamentos de la vieja Inglaterra de Pink Floyd, como muestra Oil City Confidential, Dr Feelgood celebró su realidad arenosa con canciones de tres minutos en bares mugrientos, por eso muchos de los entrevistados reconocen que eran punks antes del punk.
Con Oil City Confidential Julien Temple concluye su relato cinemático del punk con el origen de la historia, estableciendo un persuasivo y entretenido argumento de porque unos renegados como Dr Feelgood son los progenitores del movimiento. El filme ciertamente hace un gran trabajo mostrándonos como se mantuvieron fuera de la escena musical, lejos de las tendencias populares.
La fama de Dr Feelgood no es precisamente grande, por eso sorprende conocer su reputación y su historia como personajes alejados de la etiqueta de rock stars, eso es lo que permitió que Temple se relajara y nos permitiera con verdadero placer conocer a los integrantes de la banda. Aunque Lee Brilleaux sólo aparece a través de imágenes de archivo y el baterista John Martin (The Big Figure) y el bajista John ‘Sparko’ Sparkes nos otorgan grandes comentarios para conocer el pasado del grupo, Wilko Johnson es el personaje magnético, quien logra que Oil City Confidential te genere un verdadero interés en Dr Feelgood.
Con su personalidad llena de espasmos y tics, descubrimos todo lo que hizo a Dr Feelgood tan llamativo para los futuros punks. Es la inigualable presencia de Wilko y sus monólogos con exceso de ritmo los que proveen a Oil City Confidential sus momentos más graciosos e interesantes. Aunque sale de escena en la historia de Dr Feelgood en algún momento, Temple no deja de mostrarlo, porque antes de convertirse en el héroe de la guitarra fue un romántico, un pensador progresivo que viajó por Asia en su adolescencia, estudiante de literatura inglesa en la Universidad de Newcastle y luego un profesor a quien sus estudiantes femeninas le pedían que participara en filmes caseros propinando nalgadas, a los que declinaba su participación a pesar de su innato ir contra lo aceptable.
Temple realmente logra persuadirnos con la idea de que Dr Feelgood era más que un competente pero fatal combo sin ambiciones de R&B. Con Oil City Confidential el director explica su interés en el grupo, lo hace con la contribución de sus seguidores, desde los integrantes de The Clash, Blondie y Sex Pistols hasta Jools Holland y Alison Moyet, imágenes de archivo de las presentaciones del cuarteto, fotografías, animaciones y clips de películas de criminales que mantienen el retrato de Dr Feelgod cerca de la idea de que eran inadaptados, con diferencias creativas y como gangsters culturales dentro de la industria de la música del Reino Unido, por eso los considera precursores de punk.
Tal vez Oil City Confidential es otra historia de una banda que lo tenía todo y lo arrojó a la basura, pero es más que eso. También es una historia acerca de lo que significan las raíces, de tener un sentido del pasado y la conexión con lo que sucede en la actualidad. A pesar de su anonimato en la actualidad y, como demuestra el director Julien Temple, es irónico que un grupo como Dr Feelgood establezca que el talento, carisma y una historia de fondo fascinante no producen necesariamente una banda icónica, pero puede ser el pretexto perfecto para crear uno de los mejores documentales que se han hecho.
Level 11 por Karina Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-No Derivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en www.sonicarsenal.blogspot.com.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comments:
Publicar un comentario