Inevitablemente te encuentras con uno… siete años para arriba o siete años para abajo, claramente es una cuestión de una era, esa en que los sables láser y la fuerza marcaron una generación que no puede evitar las referencias a las primeras tres películas.
Viví con un fanboy mesurado durante mucho tiempo (que me llevó en la madrugada a ver las siguientes tres películas en un congelador en el sur de la ciudad), conocí a un hombre en la preparatoria que sufría de un peinado estilo Darth Vader y trabajé para un fan extremo que me pedía que acomodara las figuras de acción y el dulcero de Darth Maul de su oficina cada vez que tenía una junta importante, que por cierto… juraría jugaba mientras no lo veíamos, porque todos los días los muñecos estaban en una posición diferente, como si estuvieran en una batalla sin fin.
Por esa razón no pude evitar reírme cuando llegó a mi computadora Fanboys, una road movie con toques bastante geeks que obviamente requiere algo de iniciación y cierto fanatismo porque va de lo más básico hasta lo más oscuro, aunque no sé si alcanza los niveles de los verdaderos fanboys de Star Wars, pero es seguro que todos ellos quisieran haber realizado ese viaje a Skywalker Ranch para robar una copia de Episode I: The Phantom Menace.
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