Bueno… no era algo difícil de esperar, sobre todo en el estado compulsivo por llenar unidades de tiempo y más aún después de agregarle las palabras telépata, vampiro, ardientes mordidas, drogas recreativas a base de sangre de vampiro, shapeshifter, bebidas calientes a base de A Positivo u O Negativo, etc.
Si, cuentan esas palabras, pero lo mejor es que retoma mitos clásicos de vampiros y al mismo tiempo abandona el molde, llevando a esos personajes a una nueva era, donde finalmente salen del ataúd y empiezan un movimiento para obtener derechos civiles, son víctimas de la discriminación, son perseguidos porque se descubren los poderes afrodisiacos y alucinatorios de su sangre y porque finalmente muchos pueden aspirar a esa eternidad… claro que en ese contexto también siguen asesinando, armando orgifiestas, encantando humanos y, por supuesto, consumiendo sangre… porque claro, no a todos los vampiros les gusta el sustituto sintético de creación japonesa llamado TruBlood.
También hay que considerar que la historia está muy bien contada, siempre te deja enganchado al final de cada capítulo, suda tanta sensualidad como atrocidad, la fotografía es increíble (no tipo Lubeski, como de ensueño, pero lo hacen bien) y la canción “Bad Things” termina por enraizar en tu espíritu… al menos lo ha hecho en el mío.
Después de ver el primer capítulo tuve que aventarme los siguientes, algo que se convirtió en un maratón de fin de semana y me llevó a un estado de sequía… quería más. Con sólo dos capítulos para terminar la primera temporada, todavía es tiempo para refinarse los anteriores 10 episodios online.
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