A lo largo de nueve años, el muro de sonido post rock del grupo escocés ha encontrado diversas rutas para crecer con sampleos y resonancias, el contraste dinámico que pone más ladrillos al mensaje sonoro.
Desde el principio, lo realizado por Mogwai ha sido sumamente inteligente, fuera de la explosiones más allá del promedio, estableciéndose como un grupo dirigido plenamente por la intuición. Sin embargo, esa unidad focal en Rave Tapes se siente completamente perdida.
La enorme intensidad emocional que caracterizaba a Mogwai de alguna forma saltó la barda y se fue hacia otro lado, probablemente se sumergió de más en la presa y en el paisaje montañoso de “Les Revenants”, por lo que tenemos la esperanza de que al igual que el soundtrack que realizaron para la serie de televisión, “Rave Tapes” sea un paso oscuro hacia un inexplicable regreso, donde el post-rock de alta resolución ya no sea un canon y transmute a nuevas formas que no sean únicamente una suave emoción en voz alta, sino la amplitud entre los extremos.
En “Rave Tapes” se percibe el mismo enfoque matizado de Mogwai, el de expansiones sintéticas en acecho de adentro hacia afuera. El quinteto todavía logra existir tanto como un estándar para los aficionados de la música instrumental y como un testimonio de la importancia de los espacios entre los sonidos. El problema es la consistencia, parece el experimento habitual, que no logrará que nos sorprendamos con Mogwai y su capacidad de evocar intensidad, emoción y sentimiento. Sin embargo, la falta de sorpresa no sustituye la calidad, esa siempre sobra.
Desde el inicio de “Rave Tapes”, con la simbiosis surrealista de “Heard About You Last Night”, se forman atmósferas que perseveran entre la bruma lentamente, con guitarras y percusiones apagadas contra la cama electrónica. “Simon Ferocious”, segundo tema del disco, nos envía directamente al registro electrónico, pero el disco sutilmente cambia conforme pasan los pasajes instrumentales, por ejemplo “Remurdered” nos dirige hacia un nuevo pasaje casi cinematográfico (o de otra serie de televisión), mostrándonos un camino con mezclas de bajos que de muchas formas recuerdan el trabajo de Gary Numan.
“Rave Tapes” se mantiene por la misma línea hasta que llegas a la mitad del álbum, “Repelish” sigue el mismo camino de Mogwai de llevar muestras de audio a un nuevo entorno, en este caso la instrumentación sirve para realizar una meditación en torno a los míticos mensajes satánicos que supuestamente se pueden escuchar en “Stairway to Heaven” de Led Zeppelin, destacando a través de la sesuda narración la posibilidad de impartir cualquier mensaje lingüístico, pero en todo caso también la posibilidad de hacer una selección, tal como la que realiza Mogwai al seguir el patrón conocido.
Al final del recorrido de las cintas que no son propiamente para un rave, pero si para una road movie, llega “The Lord is Out of Control” con sus lazos de voces ininteligibles, procesadas y auto-sintonizadas a través de una hermosa especie de composición industrial-pop que ofrece un cierre apropiadamente desconcertante para el álbum, establece que no importa qué terreno decida explorar Mogwai (incluso el más seguro), es probable que vaya a ser uno bastante satisfactorio.
Publicado originalmente en Filter México
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