Cassette R.I.P

En algún momento se pensó que el cassette acabaría con la música, curiosamente (como ocurrió con el MP3) se convirtió en el formato del conocimiento, todos los que crecimos con la cultura del mixtape sabemos que significa armar una recopilación, con dedicatoria, estilo y economía de minutos, prácticamente éramos curadores de espacios sonoros.



Por esa razón, después de haber leído que Sony descontinuará el formato en el 2013, no pude evitar recordar otro capítulo de How Music Works de David Byrne, quien explica perfectamente la época dorada de la grabación casera, que no sólo abarca la obsesión al modo High Fidelity, también alcanza el diseño de arte punk, la distribución hormiga y un libro realizado por Thurston Moore basado en todos los cassettes que recibió mientras andaba de gira con Sonic Youth en la década de los 80.

"The mixtapes we made for ourselves were musical mirrors. The sadness, anger, or frustration you might be feeling at a given time could be encapsulated in the song selection. You made mixtapes that corresponded to emotional states, and they’d be available to pop into the deck when each feeling needed reinforcing or soothing. The mixtape was your friend, your psychiatrist, and your solace...

Whole genres of music thrived as a result of cassettes. Punk bands that couldn’t get a record deal resorted to churning out copies of homemade tapes and selling them at shows or by mail order. These second-and-third generation copies lost some quality—the high frequencies would inevitably be reduced, and some dynamics would disappear as well, but no one seemed to care too much. This technology favored music that has been described as either “ethereal, ambient or noisy".

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