“Extraño cuando me decían que escuchar”, esa frase también puede trasladarse a “que ver” y “que leer”, son palabras recurrentes que responden a un tiempo en que no sólo escuchábamos la música de forma diferente, también consumíamos cultura a través de canales diferentes. Esas mismas frases también se aplican desde el lado opuesto, los antiguos líderes de opinión que tenían acceso exclusivo a los contenidos antes que nadie ahora dicen con frecuencia: “sabemos que ustedes ya lo vieron, escucharon o leyeron, pero para nosotros es nuevo”.
Los días en que la frase “la información es poder” era una constante, implicaban de cierta manera líderes de opinión y guías culturales que a veces tenían carácter de dictadores, indicando un camino, describiendo discos, espectáculos, libros y películas que eran casi imposibles de alcanzar o que requerían un largo periodo de espera para conocer, por consecuencia lo único que nos quedaba eran las descripciones y las reseñas, las apilábamos en nuestra mente junto con montones de cosas a las que no teníamos acceso por limitaciones monetarias o porque esos tres objetos de deseo nunca llegaban a nuestro país. Definitivamente eran tiempos diferentes para ver, escuchar y entender.
Realmente no nos quejamos de nuestros guías de hace una o dos décadas, porque a pesar de su visor y control de la información amplio o a veces muy estrecho, aprendimos algo en esos tiempos de carestía cultural, por eso es comprensible la nostalgia de algunos por ese guía y la frustración del mismo guía al descubrir que las personas buscan y encuentran lo mismo que ellos casi al mismo tiempo y lo obtienen de primera mano, de la fuente directa.
Todavía vemos cierta amargura o sospecha de aquellos que acumularon conocimientos con kilos de enciclopedias, revistas importadas e información privilegiada, algunos se adaptan a regañadientes al análisis y apertura que podemos encontrar en los recovecos electrónicos, afortunadamente la idea de que utilizar Internet como herramienta era una afrenta contra la labor periodística ya no es una constante y observan que los contenidos independientes fuera de los canales convencionales no son un sinónimo de mal hecho o mentiras, ya no hablemos de la credibilidad.
El papel de la prensa y medios en general cumple nuevas funciones dentro de una nueva era, es algo masivo en marcha, que no sólo abarca el territorio de la música, sino en toda la creación de contenidos. Muchos comprenden ahora que la mayor parte sobre el nuevo mundo es que hay menos porteros resguardando las puertas de la información y el acceso limitado a los elementos culturales ya no es tal, porque ya no se trata de un único y exclusivo guía cultural con conocimiento único de nuestros objetos de deseo, sino de muchos con acceso a un todo que a veces parece demasiado, tanto que ahora el problema es que no tenemos suficiente tiempo para acceder a todo.
Lejos del problema individual para discernir entre todo lo que queremos acaparar, podríamos pensar que eso mismo nos va a dirigir hacia el mismo lugar, regresar a los días en que alguien más nos decía que debíamos ver; pero el nuevo papel de los medios, sobre todo los medios independientes, es que intentamos conectar el contenido con la audiencia, no dirigir sus gustos y preferencias, porque aunque tenemos que tomar en cuenta que los costos de producción y distribución para crear un medio independiente han bajado, si hablamos de medios electrónicos, tenemos consumidores de cultura con opciones infinitas que verdaderamente los retan y con una creciente disposición a diversas fuentes de información de confianza.
Ese es el elemento clave en este momento, no sólo ser un medio, también ser parte del consumidor final y tener la extraordinaria oportunidad, como muchos, de participar en el proceso de construir y cultivar una cultura que llega mucho más allá de las fronteras locales o las simples decisiones e intereses de un guía cultural, porque el mercado incluye una gama mucho más amplia y diversa de creadores que pueden producir y distribuir un rango más vasto y dinámico de la creatividad.
Se trata de compartir la perspectiva de que muchos hemos trabajado en medios convencionales, pero sin perder de vista que somos tanto lectores como escritores y por lo tanto tenemos la libertad de no responder a las mismas presiones comerciales o guiarnos únicamente por las formas competitivas de trabajo, y eso no sólo se debe a las experiencias anteriores, sino a que provenimos también de la escuela de los bloggers, que no tienen las mismas limitaciones.
Como los bloggers podemos obsesionarnos, enfocarnos y también ponernos serios en algún tema, contemplando siempre que si un escritor en particular aborda una historia interesante, más y más gente hace eco de esa historia, como nosotros mismos hacemos eco de muchas historias de medios independientes o convencionales, pero intentamos alejarnos de las noticias virales para buscar contenidos propios, que aporten un elemento único y sean el indicador para nuestros lectores de que entre toda la información repetida, hay ciertas diferencias.
Para los medios independientes esa idea se convierte en una habilidad esencial, porque no tienes que trabajar con alguien que controla las puertas de la información y repetir lo que te indican, porque hemos descubierto que existen otros caminos para obtener esa misma información si no llegas a estar en la lista de medios privilegiados o aprobados.
Los medios independientes entendemos que la mayoría de las veces nuestro trabajo no es sobre el dinero o el reconocimiento, casi siempre vivimos bajo la ética Do It Yourself y la idea de que podemos ser una de las muchas voces transmitiendo ideas que se retroalimentan con otros medios independientes, entendiendo completamente que a final de cuentas ninguno somos dictadores que detentan la información como poder o que se la reservan para unos cuantos.
Ese es el sentido de ésta época y el camino de los medios independientes, donde nuestros lectores ya no quieren aguantar los comentarios de los locutores o escritores, ser dirigidos dentro de una tendencia y no necesitan creer lo que dicen los guías culturales de la vieja guardia, no necesitan su consejo para conocer algo, no necesitan esperar meses para tener un disco y no necesitan una sola revista para conocer lo que pasa en el mundo, porque prácticamente pueden crear su propio universo en un aparatito que cabe en la palma de su mano y que responde únicamente a sus propios intereses.
Ese es nuestro objetivo, debemos contagiar la idea de expresarse sin tener compromisos que te lleven a la autocensura o a la selección de contenidos por intereses de un tercero que condiciona con publicidad o promociones, en realidad mucho seguimos con ese espíritu como bloggers, escribimos porque algo nos emociona y nos mueve a compartirlo sin que alguien tenga que darnos una acreditación o nos mande un paquete de libros o discos.
Estamos dentro de la búsqueda de nuevos referentes que no sean homogéneos dentro de las tres cosas que nos apasionan, que son la música, el cine y la literatura y el amplio punto donde convergen esos tres intereses y que se extiende hacia otras ramas donde intentamos advertir heterogeneidades y la subcultura que nace en los nuevos principios de acción colectiva.
Todos los editores de revistas independientes en realidad ya somos los nodos de esa red. Somos un enlace de la cultura, no los guardianes. Somos mediadores entre algunos pensadores y artistas y los lectores. En muchos casos, las mismas personas que consumen nuestros contenidos se convierten a la larga en redactores, como sucedió con el punk, perciben que si unos lo hacen ellos también pueden hacerlo, no es tan difícil llevarlo a cabo, pero al igual que nosotros comprenderán que escribir y generar contenidos es una carrera que exige mucha constancia y que no sólo basta con la intención de hacerlo.
Hacerlo es sólo el inicio, mantenerse fieles a la idea inicial sin ser proveedores de contenidos virales o promociones al por mayor es la parte más interesante de convertirse en un medio independiente.
Ponencia presentada en el marco del 1er Encuentro de Revistas Independientes organizado por Contra Punto en Clínica Regina el 3 de septiembre de 2011.
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